Adorado Suplente.

Descubriendo la verdad.

Por la madrugada el auto color azul oscuro conducía a toda velocidad tratando de llegar con prontitud a su destino, detrás del volante un joven inquieto observaba sus alrededores con cierto nerviosismo y preocupación.

Sunan detuvo su coche en el instante en que divisó a la persona que estaba colocada en cuclillas abrazada a sus rodillas bajo un débil farol de la calle, aquella imagen se reflejaba tan lamentable que Sunan no pudo dejar de sentir angustia, así que bajó a toda prisa y corrió hacia la persona la cual al escuchar el sonido de los pasos rápidos levantó la cabeza con rapidez y con miedo mostrando unos ojos enrojecidos e hinchados al igual que un rostro empapado de lágrimas.

- Zhan Zhan.- Sunan se desprendió de su abrigo y se lo colocó a Zhan.- ¿Que sucedió?.

- Perdona por haberte molestado a esta hora.- La voz de Zhan era ronca.

- No vuelvas a decir que me molestas.- Acuno el rostro de Zhan en sus manos y limpio sus lágrimas con sus pulgares.- Me dijiste que viniera por ti pero no me explicaste ¿Que sucedió?.- Lo examinó.- ¿Alguien te lastimó? ¿Dónde duele?

- No...- Zhan negó mientras mordía su labio para apagar el llanto.- Nadie me lastimó, en realidad fui yo quien lastimó a alguien.

- ¿De qué hablas?

- Yibo...- Sollozo.- Yibo me descubrió...

- ¿Que?.- Sunan se tensó.- ¿Cómo?

- No lo sé...- Zhan negó.- Solo se que el es consciente desde hace días de quien soy, hoy me lo dijo.

- ¿Te agredió?.- Sunan frunció el ceño.- Porque si lo hizo te juro que...

- No lo hizo.- Zhan negó con rapidez.- Te juro que no lo hizo...- Lloró.- Estoy perdido...estoy perdido.- Enterró su rostro entre sus rodillas y lloró.- Estaré en un gran problema, me alejaran de mi hijo y el me va a odiar cuando sepa que yo no soy su padre Sean...lo voy a perder.

- Eso no ocurrirá.- Sunan lo abrazó.- Yo no voy a permitir que eso ocurra.

- ¿Ahora que haré?.- Zhan se aferro a Sunan y lloró.- ¿Que haré?

- Lo primero que harás es calmarte.- Lo alejó y le sonrió.- ¿No te dije que estaré aquí para ti?...- Limpio sus lágrimas con delicadeza.- Y lo segundo es que vendrás conmigo, debes descansar y relajarte, una vez que estés relajado la cabeza se despeja y puedes pensar mejor, justo ahora no hay nada que puedas hacer en ese estado.

- ¿A tu casa?.- Zhan sorbio su nariz.

- Espero que no te moleste pero rente un lugar con una sola habitación.

- Esta bien.- Zhan negó.- Yo puedo quedarme en cualquier lugar.

- O podemos rememorar nuestra niñez y quedarnos juntos en la misma cama y platicar hasta quedarnos dormidos ¿No te gustaría?.- Le sonrió.

- Me gustaría.- Zhan asintió.

- Entonces vamos.- Lo ayudó a levantarse.- Hoy hablaremos hasta agotar nuestra garganta.

Sunan se llevó a Zhan consigo, este había accedido de inmediato ya que en el estado de ánimo que se encontraba en verdad necesitaba de alguien que lo reconfortara y lo sabía muy bien, sabía que Sunan era esa persona.

Había salido a toda prisa de la casa Wang luego de su enfrentamiento con Yibo, lleno de pánico y dolor se escapó de aquel lugar no sin antes detenerse en la habitación de su pequeño hijo y dejarle un profundo beso en su pequeña frente, no sabe si podrá volver a verlo, mucho menos sabe si este lo verá igual una vez que descubra la verdad y siendo sincero no quería saberlo, le aterraba.