La sala del Consejo Estudiantil se encontraba sumida en un relajante silencio y tranquilidad. Una concentrada pelinegra sostenía entre sus manos un libro mientras sus ojos se movían lentamente siguiendo el orden de las palabras en el mismo.
Estaba enfocada oyendo únicamente el sonido de su propia respiración y el del papel del libro cada vez que continuaba hacia una nueva página. Como un sonido sordo de fondo se podía escuchar un poco el bullicio que hacían todos los estudiantes, quienes dejaban la escuela entre risas y conversaciones banales. Pero nada que le molestara.
O así fue hasta que sintió la puerta del salón ser abierta bruscamente dando paso a una rubia que se acercó a ella rápidamente, casi tropezando con sus propios pies. Se paró frente al escritorio de Tzuyu y dio un sonoro golpe en la madera con ambas manos.
— ¡Cuéntamelo todo! – exclamó con su vista fija en quien aún no dejaba de leer.
Tzuyu bajó el libro hasta dejarlo sobre la mesa y miró a su amiga. Lucía algo sudada y agitada, como si hubiera ido corriendo hasta allí. Y verdaderamente no lo dudaba.
—No sé de qué hablas, Sanake – se hizo la desentendida – pensé que ya te habías ido a casa.
—No me iré de aquí hasta que me cuentes todo lo que pasó en tu "cita no cita" de ayer. – hizo comillas con sus pequeños y regordetos dedos en el aire – No trates de escapar más. He estado esperando todo el día.
Tzuyu soltó un profundo suspiro, rendida. Sabía muy bien que en algún momento se iba a enfrentar a esta conversación con Sana, por mucho que hubiera tratado de huir. Nadie escapaba de aquella pequeña omega chismosa.
—Estuvo bien – respondió cortamente sin mirar directamente a la otra.
—Quiero todos los detalles – la menor obviamente no estuvo de acuerdo con esa vaga respuesta.
—Fue divertido y entretenido – dijo esta vez la mayor mirando por la ventana para no encontrarse con la mirada, seguro molesta, de su amiga.
—Espera, ¿acaso no estoy hablando tu mismo idioma y no lo he notado? – la rubia empezaba a perder la paciencia, colocó sus manos en sus marcadas caderas. – Te dije que todos los detalles. – enfatizó exageradamente en las últimas palabras – Así que no acabes con mi paciencia, Chou Tzuyu.
La omega pelinegra se vio acorralada. Sana normalmente era una chica tímida, tierna y agradable con todo el mundo, aún más si estaba cerca de Momo. Pero cuando se enojaba o perdía la paciencia podía ser realmente aterradora y tan seria como la alfa pálida que tanto le gustaba.
Tzuyu volvió a suspirar, esta vez denotando algo de cansancio también y al fin miró a su amiga a los ojos, dándole a entender que había vencido y que finalmente le diría todo.
—Fuimos a un parque de diversiones y pasamos todo el día allí. – comenzó a contar sintiendo un poco de dificultad para hablar del tema.
Ya más complacido y relajado, Sana tomó asiento frente a ella y sostuvo su cabeza entre sus manos, los codos apoyados en la mesa, dispuesta a escuchar la historia.
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¡La Presidenta Del Consejo Estudiantil Es Omega!|•Jitzu;지추• ✔️
FantasyTzuyu es una alfa que sólo quiere lo mejor para todos los omegas en su escuela. La convivencia entre todas las clases es su objetivo, y trabaja en esto desde su puesto como Presidenta del Consejo Estudiantil. Pero hay un problema, Tzuyu en realidad...