☪ Capítulo 25 ☪

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Aquella mañana era especialmente encantadora

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Aquella mañana era especialmente encantadora.

El sol brillaba orgulloso en el centro de un cielo celeste adornado por espumosas nubes, bañando con sus cálidos rayos todo lo que estuviera a su alcance. Una suave brisa despeinó ligeramente sus oscuros cabellos cuando levantó su vista al aire, entrecerrando sus ojos al momento como un acto reflejo, al ser encandilada por la potente luz.

Todo se sentía tranquilo, liviano, acogedor. Sería un buen día, pensó con seguridad.

Siguió caminando hasta pasar por la puerta de entrada del colegio, cuando un toque suave y esponjoso en su nuca provocó que una corriente eléctrica se extendiera por su columna hasta erizar cada vello de su cuerpo. Sobresaltada, llevó su mano al lugar, girándose inmediatamente sobre su eje, sólo para encontrarse con una divertida sonrisa geométrica y una mirada parecida a la de un niño cuando cometía alguna travesura.

Resopló cuando vio de quien se trataba, y le dio un golpe en su hombro a modo de regaño antes de cruzar sus brazos sobre su pecho.

- ¿Qué haces, alfa tonta? - preguntó en tono serio, con una de sus cejas arqueadas - Pude haberte golpeado involuntariamente. Tuviste suerte de que no reaccioné así.

-Qué miedo. - se acercó más a ella y enrolló en uno de sus dedos un mechón de pelo negro, jugando un poco con este. - Pero solo quería saludarte.

- ¿Qué forma de saludar a alguien es esa? - la más baja le dio un manotazo para que soltara su cabello, apuntándole con reproche. - Te he dicho que no hagas ese tipo de cosas donde alguien pueda vernos. Soy una "alfa", - susurró haciendo comillas con sus dedos en el aire. - ¿recuerdas?

Más alumnos se acercaban a la entrada, así que dicho esto, se dio la vuelta soltando un gruñido de molestia, dejando a la alfa parada como una tonta en la puerta.

Pero no por mucho tiempo, pues mientras se dirigía a la sala del Consejo Estudiantil sentía perfectamente los fuertes pasos detrás de ella, junto con ese potente aroma que se colaba por sus fosas nasales a pesar de la distancia que las separaba.

Entró soltando un suspiro y dejando inmediatamente su bolso sobre el escritorio. El sonido de la puerta siendo cerrada no la sorprendió, pero sí lo hizo el firme agarre que envolvió su cintura y que provocó que su pecho chocara contra otro suave y caliente.

- ¿Q-qué crees que haces? - preguntó alterada y nerviosa, tratando de zafarse del agarre contrario.

- ¿Qué te parece que hago? - la más alta se aferró con mayor fuerza a la fina curva de su cintura, evitando que la otra se liberara, y acercó sus labios a su rostro para dejar un suave beso sobre una de las níveas mejillas.

Ante este gesto la omega detuvo su forcejeo, y la blancura de su piel fue reemplazada por un tierno sonrojo que la hizo lucir adorable ante la vista enamorada de la rubia.

¡La Presidenta Del Consejo Estudiantil Es Omega!|•Jitzu;지추• ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora