Ingobernable

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Cuando mis pensamientos se enfriaron me di cuenta que me estaba comportando cómo un gilipollas. Fui a su apartamento, ella no está, me dijo Antonella.
— La azotea! - me dije a mi mismo y corrí subiendo las escaleras.
Al abrir la puerta, la veo de espalda a mi, y desde donde estoy le digo.
— Me estoy comportando cómo un gilipollas, perdóname. - ella no respondió. Me acerqué un poco más a ella y seguí hablando - tengo miedo, tengo miedo a que no me quieras cómo soy, he tenido pensamientos y acciones repulsivas. Yo te prometo que antes no era así. Pero tengo miedo a que cuando consigas lo que quieres me dejes sólo. Y... y no sé qué hacer. Por favor, Fernanda, perdóname. - se levantó del piso y camina hacia mi, un escalón nos separaba y ella quedaba de mi altura. Me abraza y yo le continuó el abrazo, apoyo mi cabeza en su hombro y le susurro.
— Perdóname, de verdad te quiero, sólo que no sé si tú me quieres de verdad.
— Claro que te quiero, no quiero nada de ti. Sólo que me quieras - me besa la cabeza y vamos a mi apartamento. Pasó la noche ahí y supongo que desde ahora las cosas van a ir mucho mejor. Aunque yo sea el culpable de que las cosas estén tan mal.

——— Narra Fernanda ———
Las cosas desde que discutimos están yendo mejor, está mostrando su verdadero yo, es tierno a veces, tiene su toque bromista y no puede evitar hacerme reír siempre. Paso más con él que con Antonella y ambos decidimos no hablar sobre nuestra relación en público. Obviamente no vamos a evitar salir a cenar o cosas así.
Mañana voy a ver a su madre, apodada por él y su comunidad cómo "Jesucristo" debe ser una señora maravillosa cómo para criar a Carlos.
Sinceramente estoy demasiado nerviosa, mis brazos duelen de tanto rascarlos ¿debería llevar un vino? voy a mi pequeña guarida de vinos de mi país, los he reservado para situaciones especiales. Cada vez que alguien me viene a ver de Chile, le pido un vino cómo pago en la estadía.
— Crees que le guste a mi suegra?
— Pregúntale a él, no sé si bebe, o te puedes ir a la segura y comprar chocolates.
— no sé que llevarle, incluso creo que es demasiado pronto cómo para ir a verle... recién llevamos dos meses...
— mmm puede ser... igual llevan poco... hace dos meses se fue Vicente
— por qué te acordaste de él?
— es mi fecha de referencia, igual es mal agüero que su relación comience con una despedida, en fin, no me gusta él para ti.
— por qué?
— Desde que conociste a David que te volviste más "sumisa" antes eras una zorra que no le aguantaba weas a ningún weon - se le salió todo lo patriota, pero tenía razón.
— no sé que responderte, seguramente mi yo del pasado por pánico a estar en una relación le hubiese terminado a los dos días, considerando que se ha comportado cómo un idiota en diversas ocasiones considerando el tiempo que llevamos... pero lo quiero.
— pero lo amas? recuerdo que también tú yo del pasado anhelaba estar con alguien a quien realmente amara y no estar con alguien que quisiera simplemente - me quedé callada y cambié el tema
— mejor llevo chocolates. - me miró con cara de haber ganado la "discusión" y se fue a su habitación.
Por qué hace que me confunda más de lo que estoy... supongo que a veces las cosas no se dan y no puedes estar con alguien solamente porque lo amas, tienes que considerar otros factores... supongo que es suficiente con apreciarle como persona... pero el fuego que sentía al principio ya no lo siento...

Sí te veo otra vez... | Karchez // Axozer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora