Capítulo 20 EDITADO

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P.O.V Aaron (2/3)

Me llama mi madre, me entrega un collar con una pulsera de color celeste muy pálido diciéndome que le entregue una a cada una de las gemelas así que se las recibo para darle el collar pero al girarme ya no estaba.

La comienzo a buscar y la noto junto con otras niñas pero una la empuja ensuciando su vestido así que corro para ayudarla.

-¿Estás bien?- le extiendo la mano sin embargo al levantarse se le raja un poco el vestido. Ella se pone roja de la vergüenza y me empuja provocando que me rasmille las manos y todos se ríen de mi.

-No me toques hijo de los roges-. me mira enojada al igual que yo, no podía creer que hace poco la había encontrado linda, ahora solo podía ver sus rasgos que eran llamativos pero mi ira no me dejaba encontrarla hermosa, no encontraba nada que me llamara la atención ahora-. ya me dijeron que nadie quiere ser tu amigo porque no eres de esta manada y yo tampoco lo quiero.

Nunca en mi vida había sido tan humillado, notaba como todos me miraban con repulsión, como si yo tuviera alguna enfermedad contagiosa o algo.

Y entendí que era igual que su abuelo, no le importaba herir a otros con tal de conseguir lo que quería y reafirmo mi pensamiento al recordar al niño que fue mordido solo porque quería un pastel.

Veo como se aleja de todos casi corriendo y yo me levanto yendo hacia mis padres, ya me quería ir, no quería seguir acá.

-¿Qué pasó?-. le cuento todo y me mira serio-. ¿pero cuál de las dos fue? ¿Vallolet o Jazmín?

Y caigo de cuenta de que no me había detenido a pensar cual de las dos era, por lo que tendría que saberlo y acercarse a la otra porque no me iba a acercar a esa niña caprichosa y estúpida en toda mi vida por mas linda que fuera.

Vuelvo a salir en busca de cualquiera de las gemelas para saber su nombre, por lo menos ya sabía cómo eran y una de ella tenía el vestido sucio.

En el camino soy detenido por la que me empujo y gruño pero noto que su vestido no estaba sucio por lo que ella debería de ser la otra gemela.

-Lo siento por lo que te hizo mi hermana, a veces puede ser una estúpida.- la miro escéptico esperando que se comporte en cualquier momento como su hermana.

-No te preocupes por eso-. me pide que le extienda la mano y pone una curita en mis heridas.

-Espero que con esto no te duela tanto.- sopla mi mano y siento un escalofrío-. ¿estás mejor?-. me sonríe y yo siento mi cara como un tomate.

Me apresuro a sacar la pulsera y se la pongo notando como destacaba su piel blanca.

-Esto es por la curita y por tu cumple años-. me encojo de hombros restándole importancia aunque yo sentía mariposas.

Le voy a preguntar su nombre pero solo se despide un poco apresurada dejándome solo.

Sonrío al recordar su rostro y me alegro de que por lo menos ella era simpática, por lo menos ahora solo tengo que saber el nombre de la que use la pulsera para saber que ella será mi futura pareja.

Nos piden reunirnos para cantar el cumple años feliz y noto como las gemelas estaban juntas y sonrío al ver a una de ellas con la pulsera.

-¡Vallolet! pero qué le hiciste a tu vestido-. veo como las gemelas se miran entre sí y la tal Vallolet quien fue la que me empujo se encoge de hombros.

-Bueno-. carraspea el alfa-. Muchas gracias a todos los que vinieron al cumpleaños de Vallolet y Jazmín, sin más cantémosles.

Desde ese entonces mi meta fue Jazmín quien después de dos años la hicieron comenzar con su entrenamiento para ser la futura alfa por lo que mis padres estaban felices de que hubiera escogido bien.

Me costo llegar a ella pero le mandaba obsequios y cartas que de apoco ablandaron su corazón y ya cuando tenía 13 comenzamos a salir, gracias a eso comencé también a tener amigos, me sentía muy cómodo como estaba.

Los sentimientos que me provocaba cuando pequeño nunca más los sentí pero no importaban ahora.

El problema era cuando me topaba con Vallolet, siempre andaba para todos lados con ese estúpido de Alex, quien diría que se volvieron amigos después de lo que había pasado cuando chicos.

Sentía como ella quería humillarme, hacerme débil con tu olor, con su mirada, al escuchar su voz que me estremecía, sabía que no lo hacía a propósito y eso me enfurecía más, la odiaba con todo mi ser.

Cuando el alfa me pidió que la entrenara no lo dude y es que por fin me iba a vengar de ella.

Nunca pensé que no me iba a divertir, cada vez que la sacia jadear me estremecía y cuando notaba su piel roja o con un moretón que se lo provocaba yo la rabia me invadía, pero no se comparaba a nada de lo que sentía cuando la veía con Alex por qué estaba después de él en los entrenamientos.

Necesitaba sacármela de la cabeza, no podía perderlo todo por ella.

Y justo llegó lo que necesitaba. Jazmín me pedía darle una muestra de amor y no cualquiera.

Después de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora