Capítulo 9 EDITADO

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Me acuesto en la cama o mas bien me tiro en ella pero chillo enseguida, no puedo creer que recién es el primer día, cierro los ojos cansada pero salen lágrimas que ardían por correr hacia mi almohada.

Si el entrenamiento con Alex fue duro el con Aaron fue mil veces peor, siento como mis huesos tiritan de dolor y es que no se cuantas veces me derribó haciéndome caer sobre el duro suelo, sin contar sus golpes de combinación mixta de brazos y piernas.

Lo único que no sé es cómo no me noqueo.

"Nos vemos mañana princesa" de solo recordar lo que me dijo con una sonrisa hace que quiera llorar aún más.

Golpean mi puerta y se que es mi madre por el olor.

-La cena está lista mi niña ¿Cómo le fue?-. intenta abrir la puerta ya que no le respondo pero la había cerrado con pestillo-. ¿estas bien?-. golpea unas veces más hasta que se rinde-. ¿estas dormida?, te dejare descansar pero te dejare un plato en el microondas por si te levantas a comer.

Sin más se va y siento que el cansancio me estaba ganando.

Despierto asustada y al notar que estaba en mi habitación me trato de calmar un poco.

Intenté bajar de la cama notando inmediatamente dolor en la planta de los pies, los tenía hinchados aunque me parecería raro si no lo estuvieran por todo lo que tuve que correr.

Bajo a la cocina y sacó el plato del microondas, lo miro lo suficiente como para que se me quiten las ganas de calentarlo, así que me siento en una silla y cojo la primera cucharada de comida metiéndola a la boca pero mi cuerpo no quiere masticarla, ni siquiera se la quiere tragar, tengo el estomago reacio a consumir algo.

De solo imaginar que mañana probablemente esté eso en el piso otra vez me estremece.

Me levanto sin siquiera ver la hora, sé que falta aún mucho para las 5 de la mañana pero no podía dormir así que repito la misma rutina de ayer.

Clases de historia, literatura, política, administración, lenguas (idioma) para luego seguir con el entrenamiento físico de Alex hasta llegar al de Aaron.

-Mierda Vallolet te ves fatal ¿Qué te hizo Aaron?- se trata de acercar pero yo lo interrumpo diciéndole que comencemos a entrenar.

Y como si fuera un deja vu termino la clase de rodillas mientras intento que el aire ingrese por mis pulmones siendo casi imposible.

-Levántate princesa, ya es hora de comenzar.- me jala del brazo para arriba al ver que no le hago caso-. Como disfruto entrenarte.

-¿Por qué?- susurro viéndolo a la cara.

-Porque todos tus esfuerzos serán en vano, al final Jazmín será la futura alfa y yo seré su mate por lo que mandaré a todos los de esta manada incluyéndote, créeme que te haré la vida imposible cuando eso pase.

-¿Qué te he hecho para que me odies tanto?-. Me zafó de su agarre pero pierdo un poco el equilibrio.

-Que no recuerdes me enfurece más, pero la verdad es que al principio no era nada personal-. Quiero seguir preguntando, pero me interrumpe botándome al suelo-. Primera caída de la tarde.

Me pongo en posición de defensa pero me pega en las costillas corriéndome un par de centímetros para el lado.

Sonríe con cinismo e intenta volverme a pegar pero lo bloqueo haciéndolo sonreír más.

Conmigo todo lo que quiera pero con mi familia no, el solo hecho de que pudiera tener malas intenciones con mi hermana me enfurece, no puedo creer que sea su mate.

La rabia corre por mi piel y mientras los días pasan más grande se hace, necesitaba hacerme mas fuerte, tengo que proteger a mi hermana de este estúpido o de cualquiera que le intentara hacer daño.

Gruño al saber que ella no le haría ni siquiera un rasguño a este animal y no porque físicamente no pudiera, aunque no sabía que tan fuerte es ya que nunca la había visto pelear, sino porque lo amaba, se le notaba en la forma en cómo lo miraba.

Aaron se aprovechaba de que era su mate y de sus sentimientos, la podía manipular como quisiera y ella claramente se dejaría.

Si la conocían antes de la transformación las protegían a toda costa gracias a su instinto posesivo o protector, así que comenzaban una relación o la intentaban conquistar ya que no podían esperar hasta su transformación para que lo amaran debido a que las lobas sabían mucho después quienes eran sus mates al contrario de los lobos.

Los hombres tenían su primera transformación al cumplir 15 años al contrario de las mujeres que era a los 18.

Suspiro sabiendo que no puedo hacer mucho.

Después de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora