Ocho chicos, todos cuyo apellido es Lee, y cada uno con sus propias cualidades, se encuentran viviendo bajo el mismo techo, en el proceso aprendiendo más no solo sobre los demás, sino también sobre ellos mismos, todos los días. Aprendiendo a enfrent...
(1/2) Nota: Si encuentran errores no duden en decírmelos, todos los episodios han estado siendo escritos desde el celular y es normal que se me pasen cosas. De antemano perdón y disfruten.
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Chan se encontraba recargado en el portón de la casa, mientras que Sana estaba a su costado un poco separada porque el pelirrojo le había dicho que si llegara Minho la corriera por estar "dentro".
-¿Qué ocurre?- Preguntó la castaña- ¿Por qué no me lo dijiste?
Chan solo desviaba la mirada sin saber que responder o decir, quería pedirle perdón y contarle las cosas pero no hallaba las palabras para hacerlo. Sana sólo miraba en espera, pero tampoco tenía todo el día por una respuesta.
-Vine a devolverte el arco de violonchelo.
Le extendió el objeto, espero pacientemente hasta que este lo tomó y le miró aún con la esperanza de que pudiera decir algo.
-Supongo que por eso me hiciste comer congee el otro día- Mencionó Sana aún mirándole.
Chan se giró a verle con pena y vergüenza, no quería hacerla pasar por ello la primera cita pero fue la única opción que tuvo para poder disfrutar de una cena con ella y evitar darle una pésima impresión de él.
-Lo siento- Se disculpo Chan sinceramente hablándole aún sin apartar los ojos- Solía pensar que si amaba a alguien lo suficiente, el amor me ayudaría. Supongo que no puede ayudarme.
El pelirrojo apretaba el arco con fuerza, su mirada empezó a desviarse y dejar de ser fuerte porque Sana no reflejaba nada en su rostro, no podía decir con verla lo que sentí, si estaba triste, decepcionada o enojada.
-Quizás no me amas lo suficiente.
Sana le miró y Chan también, ambos sostenían las miradas, el pelirrojo tratando de averiguar lo que su rostro trasmitía y la castaña buscando que decirle. Eso fue algo que hizo que Bangchan se cuestionara muchas cosas, el estaba seguro que había empezado a amar a Sana, pero ¿ si la amaba lo suficiente? ¿Todo fue producto de su cabeza?
-Vamos a averiguarlo- Propuso con una ladina sonrisa la castaña.
Y ahora estaba Sana recargada en el portón con un bote de palomitas que Jisung había preparado para esta ocasión, los chicos habían acudido al llamado de la pareja para el plan.
-¡Oye! Voy a empezar ahora- Avisó la castaña a gritos.
-De acuerdo.
Chan estaba en forma de estrella recargado en el interior del portón siendo sujetado por sus compañeros de casa. Todos ejercían fuerza para poder sostener al mayor, incluso Jeongin quien era el menos fuerte ahí estaba intentando junto al resto.
Iniciaron el conteo, una vez llegaron al 3, la castaña empezó a masticar el puño de palomitas que había introducido salvajemente a su boca. Chan se movía bruscamente, seis chicos sujetaban las extremidades de este con toda la fuerza del mundo, pero este se movía tanto que los rostros de los jóvenes ya estaban rojos y el sudor empezó a caer.
