Siempre llega a mí una persona rota y se va cuando siente que es momento de sanar, después de que el daño ya está hecho y la caída es inminente... Se va quebrando todo a su paso, rompiendo todo en mi interior, para colocarme justo al principio, donde me encontraba cuando recién comencé a amarme.
El tiempo será quien me coloque de nuevo frente a la felicidad.