Pues ya no la amo, lo he dado todo por perdido, he dejado ir a la razón y ahora solo me manejo por instinto.
Olvidé como es su cabello, como suena su voz borré su risa de mi mente y la llené de mil mujeres que no son ella, definitivamente no lo son y nunca lo serán.
Ya no espero que regrese, pero espero ansiosamente que me piense y por qué no, que al menos me extrañe.
Nunca imagine lo grandiosa que es la compañía pero ahora que no está no dejo de pensar lo insignificante que resulta mirar el mar junto a un cigarro.
Ya no la amo, ya no la extraño, ya no me provoca desvelo, ya no me emociona ver sus fotos ya no me interesa en lo más mínimo.
Sin embargo, espero que ella entienda lo que quiero decir porque siempre que digo 'ya no' estoy diciendo 'aquí te espero'.