Cuando estaba con ella
todo tomaba otro color,
cualquier otra parte
carecía de sentido,
si no era ella quien
lo habitaba.La hubieran visto,
sin miedo,
libre,
con la sonrisa
apuntándome,
mientras el reloj
se paraba.El silencio se volvía canción
cuando nos mirábamos,
el viento danzaba
junto a ella,
y yo solo podía
memorizarla
por si algún
empezaba
a extrañarla.Sabía que ese era mi lugar,
era mi única verdad,
sus brazos eran mi hogar,
mi sitio estaba
con aquella mujer
de ojos color primavera,
mi mejor acierto
siempre será
ella.