cap 13

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Pov Sonic

-¡Lancelot!-
-¿¡Q-qué pasa!?-
-Me aburro. ¿Quieres hacer algo en especial?-
-Señor, su mujer. Está. ¡¡MUERTA!! ¿Cómo puede estar tan tranquilo?-
Bufé. Ha estado con ese tema todo el día. Que a ver que hará el reino, quien sustituirá a Amy, si me volveré a casar o no y blah blah blah. ¡Estoy harto!

Aj, me desice de ella por un motivo no por nada más. Pero si el otro me lo recuerda cada tres segundos me molesta.

Lancelot seguía quejándose,que si esto que si lo otro,uno más plasta no puede ser.
Lo callé con un apasionado beso, recostándolo en la cama de un empujón. Apoyé mis manos sobre sus muñecas para evitar alguna escapatoria posible. Y, en efecto, trató de zafarse, pero se rindió al paso de unos simples minutos. 

Me separé por falta de aire y empecé a besarle el cuello delicadamente. Lancelot mordía su labio inferior reteniendo un pequeño gemido, pero falló en el intento porque conseguí oírlo. Sonreí perversamente y no me preocupé por los demás, pues la puerta ya estaba con llave y nadie podría molestarnos.

Encontré su lugar dulce en el cuello y lo mordí delicadamente, haciendo que Lancelot gimiera más alto.
No sabéis cuanto tiempo he estado esperando esto, llevo días, ¡Semanas! Hacía tiempo que no me saciaba sexualmente. Después de todo, Amy ya no complacía a mi cuerpo ni a mis ganas, pero Lancelot era la persona perfecta para eso y él se ocuparía de cumplir todos mis deseos.

Parecían pocas horas las que he estado contigo... Mi Lancelot...

Seguía mordiendo su cuello con encanto, escuchando con atención cada sonido que se escapada de entre sus carnosos labios.
-S-señor... Aaah~... Señor... P-pare... Aaaah~- Decía entre gemidos. 

Obedecí manteniendo mi sonrisa, mis ojos esmeralda se clavaron en sus orbes rubí. Su mirada mostraba excitación y un poco de miedo, en cambio yo sabía perfectamente que la mía mostraba pasión y lujuria.

-¿Quieres que pare? ¿Por qué Lancy?- Pregunté desabrochando sus prendas.
-E-esto no es correcto, ¡Y usted lo sabe!- Dijo con varias lágrimas por culpa del placer.

-¡Cállate! Lancelot, tú no sabes lo mucho que llevo esperando esto... Solo déjate llevar, cielo.-

Conseguí arrancarle la camisa dejando ver un mechón de pelo blanco en su pecho que lo ponía todo más interesante.

Nuestras miradas seguían conectadas. Mi precioso juguete sollozaba por liberarse de mi fuerte agarre, pero por nada del mundo lo dejaría escapar. Ni en un millón de años dejaría que mi preciosa ave se escapara de su jaula...

"Hazlo tuyopara siempre...."

Decía mi mente al ver un cuerpo tan frágil, joven y puro delante de mis ojos. 

Seguí mis propios instintos sexuales y proseguí acariciando con una mano libre sus piernas. Mi lengua entró sin aviso dentro de su boca, rozando con delicadeza su paladar y colmillos. Lancy empezaba a seguirme el juego, intentando besarme de alguna u otra forma con timidez.

Nos separamos por falta de aire y le quité las únicas prendas que le quedaban para admirar un bellísimo cuerpo desnudo. Rápidamente me quité mi ropa revelando mi cuerpo, sonrojando a Lancelot.

No pedí permiso y me metí su miembro en la boca, manoseándolo con mi lengua para poder otorgarle más placer, lo cual parece que funcionó ya que Lancelot gemía con pequeños ataques de espasmos. 

El ambiente se volvía cada vez más cálido, el menor ya estaba sudando un poco y yo seguía masturbándolo mordiendo de vez en cuando la punta de su pene.

-M-me voy... A... C-correr- Gemía avisándome

No le tomé mucha importancia y seguí hasta sentir el líquido blanco y pegadizo por toda mi boca. Me lo tragué de una y luego lo volví a besar haciéndole probar de su propia medicina.

Le di un dulce beso en la mejilla para relajarlo y luego bajé hasta su entrada. Rocé mi dedo índice contra ella haciendo que Lancelot se estremeciera.

Me agaché a la altura de esta, introduciendo mi lengua para lubricarla por completo. 

Después de unos minutos, me levanté y dije:

-Tranquilo, "intentaré" ser gentil.- E introduje mi pene ya erecto, dentro de él.
Lancelot dejó salir un gemido de puro dolor y agonía.

Puse sus piernas en mis caderas haciendo que las rodeara y lo abracé con cuidado. Mordió mi hombro dejando salir varias lágrimas. Yo, por otra parte, besé su cuello dejándole varias marcas por las mordidas y chupetones.

Nos quedamos así por unos minutos hasta que Lancelot empezó a gemir de placer y empecé a embestirlo rápidamente.

-Lancelot... Ya no puedo... Más...- Y me corrí dentro suyo mientras él se corría en mi pecho.
Lo recosté en la cama y lo abracé cuidadosamente.
-Te amo Lancelot...-
-Y yo a ti, mi rey...-
Sus palabras resonaron con un escalofrío que recorrió su espalda, palabras llenas de terror y amor...
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¡Yupiiii! ¡Al fin lemon! ¿Como me quedó? No lo sé, pero espero que bien. ¡Un abrazo y besos! ¡Adiós, lollipops!

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