Once; Diferentes dolores y un encuentro

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(Sucesos ocurridos casi un año después del secuestro de Alena antes de que Lev y Alena se conocieran personalmente)






LEV


El vaso de cristal golpeó con fuerza sobre la mesa de madera y le eché un vistazo a la camarera, la cual alzó una ceja con disgusto y me pregunté cuánto le pagaban por aguantar a idiotas como yo. 

— Sírveme más whisky— ordené.

Ella rodó los ojos y se dio la vuelta para coger la botella de whisky. Esa de Jack Daniels, después de todo, ella debía servirme porque le pagaba por hacerlo.

Alguien se sentó a mi lado, una mujer. No me detuve a mirarla porque la cabeza me daba vueltas y en lo único que podía pensar era en caer en un coma alcohólico.

Ascendí mi vista hacia ella y alcé las cejas en cuanto vi que el líquido solo llegaba a la mitad del vaso, cuando en realidad esperaba que lo llenara casi por completo.

— ¿Eso es todo?

— Ya conoces las reglas. Estás demasiado ebrio— fue lo único que respondió con cierto fastidio al dirigirse a mí y la verdad es que no la culpaba pero no tenía cabeza ni siquiera para detenerme.

— Para eso te pago— dije a regañadientes.

La chica soltó un bufido y volvió a destapar la botella cuando extraje mi cartera para deslizar dos billetes por encima de la mesa. Luego desvié mi vista de ella para situarla en el líquido en mi vaso en el cual flotaban unos cuantos hielos que comenzaban a deshacerse.

— ¿Usted qué desea ordenar?— la escuché cuestionar después de llenar mi vaso con una voz demasiado fingida y casi me atreví a burlarme de ella de no ser porque, si lo hacía, no dudaría en ordenar a que me echaran a la calle . La mujer que estaba a mi lado pidió un martini y luego la rubia que me atendió, se marchó.

— Beber alcohol no es la salida a los problemas— murmuró a mi lado. No me di la vuelta para mirarla, simplemente solté una risa cargada de cinismo, no se quien diablos se creía para decirme aquello. 

Eché un vistazo a sus manos que estaban extendidas sobre la mesa y llevaba anillos con diamantes.

— ¿Y tú qué sabes?— alcé los hombros y me bebí el vaso de un solo trago—. Mejor métete en tus asuntos.

— Eres Levi, ¿verdad?

La chica regresó con un martini y lo dejó sobre la mesa, cuando iba a guardar la botella, la detuve tomándola del brazo y se la quité. 

¿Y cómo mierda sabía mi nombre aquella mujer? Le resté importancia y decidí ignorarla.

— Voy a llamar para que te saquen— dijo con el ceño fruncido deshaciéndose de mi agarre y luego desapareció nuevamente. Mi cabeza me daba vueltas y no podía pensar con claridad.

— Sí, eres Levi. Me hablaron de ti, necesito tu ayuda para…

La miré por primera vez. Su cabello era negro, demasiado brillante, incluso me hizo pensar que era una peluca, estaba cubierto por un pañuelo y tenía gafas. Parecía estar escondiéndose de algo, era una mujer de mediana edad y refinada, se veía muy elegante, se notaba a simple vista que la falta de dinero no era un problema para ella.

— No hago ese tipo de servicios si es lo que estás buscando— cogí la botella para mirar hacia todos lados y antes de que la chica de antes recurriera a sacarme del lugar, preferí hacerlo por mi cuenta. 

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⏰ Última actualización: Aug 28, 2021 ⏰

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