«Ten calma y respira. Los días malos también terminan.»
Subimos por el ascensor, la puerta se cerró y contemplé mi silueta frente al espejo. El sujeto que iba a mi lado estaba mirándome.
Era alto, fornido, tenía una espalda ancha y debajo de la camisa se observaban sombras negras, supuse que eran más tatuajes. Me pregunté sí estaba completamente tatuado y el motivo, aunque no debía tener un motivo.
Sonrió con los labios apretados.
— ¿Te encuentras bien? Te veo algo nerviosa.
— Es la primera vez que hago esto, no había salido antes a trabajar— añadí y aparté mi vista hacia el techo.
— ¿Soy tu primer cliente?
— Sí.
Silencio.
— No eres de muchas palabras, ¿verdad?
— Y tú hablas demasiado.
Lev soltó una pequeña risa, las puertas se abrieron y me hizo un gesto para que pasara primero. Lo hice y luego él caminó hasta una de las tantas habitaciones.
210 se leía en la placa dorada sobre la puerta. Introdujo la tarjeta y luego ingresamos a la habitación.
— Puedes ponerte cómoda— cerró la puerta detrás de nosotros y yo avancé examinando cada cosa. Parecía una suite, deduje que tenía mucho dinero. Inspeccioné las paredes que poseían un color amarillo pastel y los detalles eran blancos, las columnas, los muebles y los sillones, observé la alfombra de color blanca y mis tacones golpeaban el suelo de madera debajo de mi.
Había una cocina con la espectacular vista a la ciudad, todo era lujoso y a un costado estaba la habitación. Encontré que habían unas maletas allí y comprobé que no era de aquí, tal vez había sido honesto conmigo.
— ¿Quiéres algo de beber?— su voz detrás de mi me hizo dar un salto.
Me giré a su dirección y estaba sirviéndose un poco de ron, tenía su mirada situada sobre mí.
Negué mi cabeza.
— No, gracias.
— Toma asiento— hice lo que me ordenó y tomé asiento sobre un sofá blanco, él tomó asiento en otro quedándose frente a mi—. ¿Hace mucho tiempo haces esto?
— ¿Soy prostituta?— asintió—. Sí. Hace tres años.
— ¿Por qué?— inquirió y estiró su brazo hasta dar con la pequeña mesa de cristal para dejar el vaso de vidrio—. Digo, te ves algo joven para haber optado por este camino.
— No tuve otra opción— respondí sin más rodeos, esperaba que no perdiéramos más tiempo e hiciéramos lo que nos correspondía para marcharme cuanto antes.
— ¿No?— enarcó una ceja sin creérselo del todo—. Y dime, ¿cómo llegaste a ese lugar?
— Vale— me puse de pie—. Me estás haciendo perder tiempo y estoy trabajando. Sí no tienes con quien hablar, puedes dejarme ir y buscar a alguien más.
Me giré para darle la espalda y caminar hasta la puerta, me resultaba realmente extraño que un cliente quisiera charlar con alguien como yo. Me extrañaba la amabilidad, parecía alguien en quien se podía confiar y también pensé lo mismo cuando un hombre uniformado de policía pasó la noche conmigo.
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In The Night ©
RomanceAlena Davis, creía tener su vida planeada cuando ingresa a la universidad junto a su mejor amiga, pero todo aquello cambia cuando es secuestrada en plena luz del día para ser prostituida al otro lado del mundo. Novela basada en la canción In The Nig...