Capítulo V: Blidder

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Abrí mis ojos asustada. Sentí un cosquilleo. Cuando recuperé la visión, distinguí la luz y ante mí se presentó un paisaje totalmente exótico y hermoso. Desvanecí mis pensamientos de fascinación y la primera pregunta que se me vino a la mente fue: ¿Qué demonios ha pasado?

Me gire para volver hacia la puerta, pero esta ya no se encontraba ahí. Sentí una sensación en el pecho, miedo, nervios, ansiedad. No estaba segura, pero si realmente confundida.

Me acerque al muro de piedra que se alzaba. Apoyé mis manos. Estaba caliente, lo cual me sorprendió. Lo golpeé ligeramente. No pasaba nada. Resoplé y retrocedí.

¿Cómo había llegado hasta aquí? ¿Realmente fue la puerta que emanaba luz? Qué curioso, realmente confuso y raro.

La desesperación se volvió mayor, cuando pensé en lo preocupada que estaría tía Dorothy. Se angustiaría demasiado.

Volví a observar y estudiar el lugar donde me encontraba. La forma de las hojas de los arboles eran puntiagudas y su color de un rojizo oscuro mezcladas con un verde llamativo.

Suspiré e hice un puño con mi mano.

—¿Hola? —susurré más para mí que para la nada.

El sonido se escuchó mucho más cerca.

—Necesito ayuda—hablé alto y miré el alrededor.

Fue un error grave. Al instante de voltearme, entre los árboles salió una criatura de las peores pesadillas que he visto.

—Carajo, carajo— susurré y empecé a dar pasos hacia atrás lentamente.

Su rostro, era la cosa más horrible que haya podido apreciar. Su carne parecía estar podrida. Emanaba un olor nauseabundo, lo pude sentir cuando se acerco más. Era una criatura alta, totalmente de tez oscura. Poseía muchas manos, pies o lo que fuera que le saliera de los costados. Definitivamente no puedo describir lo tétrico que era.

Miraba hacia arriba y se quejaba. En un instante, miro en mi dirección. Me sintió. Hizo un chillido. Mi collar comenzó a brillar inexplicablemente y este comenzó a aullar de una forma tan lastimosa que cubrí mis oídos.

Sabía que estaba ahí. Esa cosa me mataría.

Se oyó un barullo en todo el bosque, algo me susurró un "Corre".

No vacile. Obedecí a esa voz y corrí. Corrí lo más rápido que mis pies me permitían. Presentía que estaba detrás de mí. Oía como me perseguía.

El vestido me dificultaba correr y en la trayectoria se rasgó. Di vuelta mi rostro para divisar al extraño individuo, pero en esa acción, una delgada y fina punta de una rama se deslizó en mi rostro. Sentí la fría sangre saliendo.

— Mierda—apreté los dientes.

Ya no tenía aliento. Me ardían los pies. Mis pasos se hacían más lentos.

Mi cabello tapó mi rostro y tropecé, yendo de boca hacia el suelo en un impacto tan doloroso que casi pierdo la noción. Oí la criatura sobre mí, pasó muy rápido. Levanté la vista y jadeé. Espere unos segundos para ver si no regresaba. No lo hizo, entonces me levanté dolorosamente. Me costaba respirar y dolía debajo de mi costilla.

Mire las cercanías. Ni siquiera podía saber en dónde me encontraba, ni si estaba en Londres. Todo había sido muy deprisa.

Bajé mi vista y el collar zumbaba. Lo toqué y retiré mi mano al instante, estaba caliente. Me lo descolgué y observé unos instantes. Era muy extraño, demasiado para mi capacidad. Lo guardé dentro de mi corsé.

Alice y el collar de Suller © ✔️ ( #1 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora