Levanté la vista para ver de dónde venía esa voz y me encontré con mi novia en la puerta de la cafetería. Cleo vino a paso apresurado, cogió una silla y se sentó con nosotros sin saludar a Coraline siquiera.
- ¿Te ha gustado la sorpresa? - preguntó dirigiéndose a mí.
- ¿De qué sorpresa estás hablando? - le dije un tanto confuso.
- ¡He venido a hacerte una pequeña visita aquí a Roma! ¡Me quedo un tiempo contigo en tu casa!
Noté a Cora un poco incómoda ya que no paraba de remover su chocolate caliente con una cucharilla. Quise romper un poco el hielo y quise presentarle a Cleo.
- Cleo, ella es Cora, mi mejor amiga - dije finalmente señalando a mi mejor amiga-. Cora, ella es Cleo... - traté de decir.
-Su novia, por cierto - me interrumpió Cleo con un tono un tanto cínico hacia Coraline-. Encantada, Caroline.
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- Eso explicaría por qué estabas tan embobado hace unos minutos, ¿verdad Damiano David? - saltó mi mejor amiga tras dar un pequeño sorbo a su bebida-. ¿A qué esperabas para contármelo, eh? Soy tu mejor amiga, ¿no es así?
- Cora, yo... - traté de responderle acercando mi mano hacia la suya.
- Venga cariño, no te pongas celosa... Damiano está muy feliz conmigo... ¿verdad que sí?
- Cleo... - me volví hacia ella un tanto molesto por su comentario.
- He podido notarlo, Cleo. Y créeme, me alegro mucho por vosotros - dijo tajante mi mejor amiga.
Acto seguido, se levantó sin apenas haberse acabado su chocolate caliente.
- Cora, espera... - la detuve agarrándola de la mano-. ¿A dónde vas? Todavía llueve a cántaros y no llevas paraguas. Vas a enfermar como salgas a la calle así y no te has terminado tu chocolate caliente...
- Se me ha quitado el hambre Damiano David. Me voy a casa - contestó sin apenas mirarme a los ojos.
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- Coraline... Quédate, por favor... Vamos a hablar...
- Creo que tu novia tiene muchas cosas que contarte así que será mejor que me vuelva a casa
- Mándame un mensaje cuando llegues por lo menos, ¿vale?
- ¿Por qué debería hacerlo?
- Porque me importas mucho y me da miedo que vuelvas sola a casa con la que está cayendo.
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De repente, empezó a tronar y hasta se derrumbó un pino que había en el parque de al lado de la cafetería.
- Adiós, Damiano - oí que decía Coraline saliendo al exterior.
- ¡Cora está tronando mucho! -traté de gritarle un poco histérico por si le podía pasar algo.
- Sabrá llegar sola hasta casa, cariño. O igual hasta ha quedado con alguien para hacer cualquier cosa... - noté que decía mi novia agarrándome de la mano y arrastrándome hacia la mesa en la que estábamos sentados.
En ese momento no estaba prestando nada de atención a mi novia sino que estaba preocupado por Coraline. A veces me daba mucha manía lo cabezota que podía resultar. Y la había notado un tanto "rara" desde que Cleo abrió la boca.
- ¿Amore? - preguntó mi novia con una expresión un tanto escéptica.
- ¿Eh? ¿Decías algo? - respondí saliendo de mis pensamientos.
- ¡Te estaba contando mi primer año de universidad en Milán! ¡No me estabas escuchando Damiano!
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- ¡Claro que lo estaba haciendo!
- ¿Ah, sí? A ver, ¿qué acabo de decir?
- Eh... Que estabas haciendo primero de economía en Milán... ¿Qué tal todo por allí?
- Economía no, cariño. ¡Criminología! De verdad, Damiano. ¿Qué coño te pasa por la cabeza? Esto no es muy usual en ti. ¿A qué le estás dando tantas vueltas, eh?
- A nada... - mentí bajando la mirada y dándole un sorbo a mi macchiato-. Es solo que últimamente estoy algo estresado con el tema de la gira del grupo... Solo eso - una vez más, volví a mentir.
En verdad, lo que me preocupaba era Coraline. Se había ido de una manera tan... impactante que no era muy propio de ella. Y una vez más, me había vuelto a dejar con la palabra en la boca.
- Ay cariño, no te preocupes. Seguro que os va muy bien en la gira - parece que se tragó mi mentira piadosa porque se puso cariñosa conmigo y me abrazó-. ¿Sabéis ya qué canciones vais a cantar?
- Hemos pensando en "I wanna be your slave" y "Chosen" por ahora.
- ¡Ayyy! ¡Me encanta la de "I wanna be your slave"! Estás muy cañón en el videoclip grrr -intentó morderme el cuello pero la aparté de mí de un modo muy sutil y disimulado-. ¿Qué pasa? Si te gustaba que hiciera eso... ¿No?
- Sí... pero en un sitio algo más privado, Cleo. Este no es el lugar ni el momento...
- Entonces esta noche en tu casa...
Cleo me pilló por sorpresa y me besó de una forma muy intensa. Mentiría si dijera que en ese momento solo podía pensar en ella porque no era el caso...
