Narra Damiano:
Llegué tan pronto como pude hasta mi piso con el fin de ayudar a mi novia con su supuesto esguince.
En verdad me sentía muy mal por haberme ido de casa de Cora sin haber podido explicarle el verdadero motivo y haber dejado a mi mejor amiga de esa manera pero no sabía muy bien qué hacer.Subí rápidamente las escaleras que había en el rellano hasta llegar a la quinta planta, donde yo vivía desde hacía ya un par de años. Metí torpemente las llaves en la cerradura y he de decir que me costó bastante abrir la puerta de lo mal que me podía llegar a sentir. Los nervios me carcomían por dentro.
En cuanto hube entrado vi a mi novia sentada en el suelo a la vez que hacía muecas de dolor. Fui a socorrerla sin pensármelo dos veces.
- Qué ha pasado? Estás bien? - le pregunté ayudándola a levantarse.
La dejé sentada en un sillón de cuero blanco que había al lado de una mesilla también blanca y con adornos florales.
- Ayyy amore qué torpe que soy!! No te vas a creer lo que me ha pasado... Resulta que tenía intención de prepararte algo para cenar y no sé cómo ni cuando pero se ve que me he resbalado con algo que habría en el suelo de modo que he caído de una manera muy mala y me he torcido el tobillo...
- Te duele mucho? - dije acercando mi mano a su tobillo derecho.
No llegué ni a tocárselo cuando de pronto exclamó con una mueca de dolor.
- Ayyy ten cuidado Damiano!! Me haces daño!! - oí que se quejaba.
- Pero si ni siquiera te he puesto un dedo encima!! Cómo puedes decir que tenga cuidado si no te lo he tocado, eh?!
- Ay de verdad no tienes derecho a estar de mala hostia y pagarla de estas maneras conmigo...
- Mira, Cleo... Creo que voy a ir un minuto al baño a refrescarme un poco la cara porque vamos... Estoy que no estoy ahora mismo...
Acto seguido, me dirigí al cuarto de baño y cerré la puerta con pestillo. Me tomé todo el tiempo del mundo porque realmente lo necesitaba. Abrí el grifo y dejé que el agua corriera a gran velocidad durante unos segundos que parecieron hacerse eternos. Después, hundí mis manos en la corriente cristalina de agua y volví a llevarme las manos a la cara para poder despejarme un poco. Me miré por unos segundos al espejo de cristal redondo con piedritas blancas que tenía justo en frente. Respiré hondo y conté mentalmente hasta diez antes de salir. Y qué fue lo que me encontré nada más abrir la puerta?
Mi novia estaba tan campante de pie sin mostrar ningún tipo de molestia al respecto y podía andar perfectamente. Honestamente me sentía un gilipollas. El mayor gilipollas de todos los tiempos.
- No decías que tenías un esguince...? - la interrumpí cogiéndola por sorpresa.
- Ah, esto... Parece ser que no era nada al final, amore... - intentó excusarse ella con una sonrisa un tanto forzada.
- Me has mentido... - empecé a soltarle sin pensar.
- Amore, yo...
- Acaso tengo cara de gilipollas o que?! Me has mentido, Cleo... Has jugado conmigo... Te has reído de mí en mi puta cara...
- Damiano, cálmate... Vamos a dialogar como personas civilizadas...
- Me has hecho dejar tirada a mi mejor amiga cuando más lo necesitaba por venir hasta aquí corriendo para nada...
- Cariño, no es el centro de tu universo...
- Y tú sí que lo eres, verdad? Tu eres el puto ombligo del mundo... Tu eres el centro de atención y el monito de feria... Tu eres la niña de los peines, no es cierto? Y hay que hacer todo por que la señorita esté contenta... Tengo que dejar de hacer cosas mas importantes por tratar de ayudar a mi novia con un esguince y aún encima voy y me encuentro conque todo es una farsa... Cómo te atreves Cleo? Cómo cojones te atreves a aprovecharte de mi generosidad? Explícamelo porque no lo entiendo...
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~ Because of you~ (Damiano David)
Romance~ Era amor a primera vista, a última vista, a cualquier vista ~ Vladimir Nabokov