Unos días después...
Narra Coraline:
- QUÉ ME ESTÁS CONTANDO TÍA?! QUE TE TIRASTE A LEANDRO EL OTRO DÍA?! QUÉ FUERTE!!! TU ERES UNA PERRA - exclamó Iris desde el otro lado de la pantalla de mi móvil.
Hacía tiempo que tenía muchas ganas de volver a verla y hablar con ella aunque fuera a través de la app de Skype. Iris era mi amiga por correspondencia desde hacía un par de años. Nos conocimos cuando fui de intercambio a España. Concretamente, a la capital: Madrid.
Siempre había soñado con pisar ese país alguna vez. Me encantaba el ambiente, la gente, la cultura, la gastronomía... Todo era perfecto y sin duda fue una de las mejores experiencias que he podido vivir hasta ahora. Iris vivía en Madrid y estudiaba filología italiana en la Universidad Complutense de Madrid, de ahí que le dejaran hacer un Erasmus a Roma para mejorar su pronunciación de italiano y seguir practicando. Y he de decir que había mejorado mucho y habíamos hecho muy buenas migas.Recuerdo como si fuera ayer la primera vez que pisó Roma y se alojó en casa de mis padres durante tres meses. También conoció a mis amigos (sí, entre ellos figuraba Damiano). Y se cayeron bastante bien mutuamente. Estos españoles tenían mucha facilidad para hacer migas con todo Cristo...
- Iris no hace falta que grites que no estoy sorda, vale? - le respondí picándola al tiempo que me tapaba las orejas.
- Pero a ver, a ver, a ver. Creo que me he perdido algo... Porque no le veo mucho sentido a que te hayas follado a tu amigo así sin ninguna razón aparente, no? A ti te gusta Leandro sinceramente...?
- La verdad es que... Como amigo está bien pero no me interesa más allá de eso...
- Y entonces...?
- Ay no se... Supongo que en ese momento necesitaba desestresarme con alguien y él estaba justo a dos centímetros de distancia de mi y me pilló baja en defensas...
- Desestresarte? Uyyy aquí ha pasado algo y muy fuerte por lo que puedo notar ... Cuéntame!!!
- No es nada importante...
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~ Because of you~ (Damiano David)
Romance~ Era amor a primera vista, a última vista, a cualquier vista ~ Vladimir Nabokov