Song of the Ocean ~ Shadonic

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Era el año 1715, una era conocida como la era de oro, pues abundaban los piratas dominando los mares y contando diferentes anécdotas de sus más valiosas aventuras. Buscaban tesoros, ya sea para la misma tripulación o para el pueblo en el que vivían.

Unas de las cosas más llamativas de un pirata, era el barco. Había quienes tenían barcos de mediano tamaño y, los legendarios piratas, tenían los barcos más grandes construidos con la mejor madera.

Un joven erizo de color azul y ojos verde esmeralda, formaba parte de ese grupo de piratas, dirigido por uno de los mejores capitanes de la historia, hasta el momento. Su capitán era un equidna rojo, llamado Knuckles, mejor conocido como Capitán Red.

El capitán Red y su tripulación, eran conocidos por ser de los mejores saqueadores y ladrones, todo eso se iba para su pueblo, como si se tratara de un Robín Hood en versión pirata, de forma literal.

Estaban en su pueblo, conocido como Pueblo Barba Negra. Cada uno de los tripulantes estaban descansando en sus respectivos hogares, antes de partir a su siguiente misión.

– ¡Mami! – llamaba una niña corriendo por toda la casa de forma juguetona – ¡Mira, mami! ¡Soy una pirata! – decía muy feliz.

Tenía un pedazo de madera pegado a uno de sus ojos, como si fuese un parche y llevaba consigo su espada de juguete, que era de también de madera.

– Te ves encantadora. – decía su madre admirándola – Puede que, cuando seas más grande, podrás ser parte de los piratas.

– Eso lo dudo. – mencionaba una voz masculina que bostezaba – No se permiten mujeres en la tripulación. – confesaba tras haber llegado al comedor, donde estaban ellas.

– Eres un aguafiestas, Sonic. – bufaba la pequeña cruzándose de brazos – Puede que yo sea la primera mujer en formar parte de la tripulación.

– Aww. – decía casi en burla – Mi querida Amy. – le acariciaba la cabeza – Puede ser.

– Se dice que ya hay una mujer parte de una tripulación. – comentaba su madre.

– Pero esa historia es leyenda, mamá. – decía el azulado sentándose en la silla – Los años que llevo navegando en el mar, nunca me he topado con el "Capitán Tiniebla". – su tono fingía ser temblorosa – Y siempre modifican las leyendas a su antojo. Uno ya no sabe cual es la verdadera.

– ¿Capitán Tiniebla? – preguntaba dudosa la pequeña rosada.

– ¿No sabes acerca de esa leyenda? – preguntaba el azulado, su hermana tan solo negó con la cabeza.

– Nunca es tarde para hablar de una gran leyenda. – sonreía su madre – Verás cariño, se dice que, en el gran Caribe...

– ¿Era en el Caribe? – cuestionaba el azulado interrumpiendo descaradamente – ¿No era en otro lugar?

– ¿Quieres contarla tú, Sonic? – cuestionaba seria y el azulado negaba con la cabeza, apenado.

"El viento soplaba inflando las velas del enorme barco que navegaba por el Caribe, era el barco más grande que se haya podido construir. Lo dirigía un solitario erizo, en busca del tesoro oculto en una cueva que se encontraba al otro lado del mar negro.