4

1.7K 202 160
                                    

Su decisión había sido tomada, decidió quedarse con ellos porque consideraba que podría volver a toparse con tu barco en algún momento, no estaba seguro de cuando, pero lo tenía muy en cuenta.

A pesar de no formar parte de la tripulación, ayudaba con lo que podía y en lo que le pedían. Comió y cenó con ellos, pasó la noche con ellos y despertó con ellos para desayunar juntos, nuevamente.

Nadie le hizo mención acerca de lo que decidió y tampoco lo hizo el Capitán.



– Al borde de nuestro pueblo aparecen varias ostras con perlas en su interior. – contaba la gata.



Ambos estaban apoyados del borde del barco mientras miraban hacia enfrente.



– Y rara vez llegan también mejillones.

– Perdona mi ignorancia – se disculpaba apenado –, pero ¿Qué son los mejillones?

– Los mejillones son parecidos a las otras. – respondía con una ligera sonrisa – La diferencia es el tamaño, color y que esas crean más de 30 perlas.

– Oh, ya veo. – asentía con la cabeza imaginando – En mi pueblo no llega nada de eso. – confesaba – Por eso, cada que salgo, mi pequeña hermana me pide que le lleve conchas de las playas que visito.

– Que lindo. – sonreía mirándolo – ¿Qué edad tiene ella?

– Tiene 13 años. – respondía – Su mayor sueño es formar parte de los piratas. Oye, ¿Cómo lo lograste? – la miraba.

– ¿Qué cosa?

– Formar parte de una tripulación. – señalaba todo el barco – En mi pueblo, está estrictamente prohibido.

– Ah. – reía un poco – En mi pueblo no tenemos esa regla, además, soy "hermana" del Capitán. – la mirada del azulado se mostraba aún más intrigado – Asesinaron a mí madre, justo el día en que yo nací. La madre del Capitán me acogió con mucho amor. Era claro que él no estaba muy convencido de tener una hermana, pero con el tiempo nos llevamos muy bien y hemos sido muy unidos.

– Uy... Lamento lo de tu madre.

– No debes. – le sonreía con tranquilidad – Muchas veces... Me ha pasado que no me siento parte de donde me encuentro, ¿No te ha pasado?

– Algunas veces...

– Verena. – llamaba con autoridad el Capitán desde popa – Ven, por favor.



Verena miró al azulado guiñándole el ojo y fue hacia donde el Capitán estaba. Sonic sonrió un poco y giró para ver a toda la tripulación.



– Deja de tararear esa canción, Storm. – se quejaba el cocodrilo asomándose desde popa – Quiero conducir feliz este barco y me jodes con esa horripilante canción.

– Es una canción amistosa. – se defendía – Siempre la canto, pero nunca me escuchas.

– Porque cuando estás arriba se pierde el sonido.

– Hey, pero es una gran canción. – defendía el azulado acercándose al albatros – A mí me gusta y suena aún mejor cantada.

– ¿Se viene un musical? – preguntaba burlón el gato para sí mismo.

Song of the Ocean ~ ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora