Capitulo 13

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La atmósfera para ellos dos era infinitamente hermosa, los ojos de Jackson se conectaban con éxtasis a los de Yugyeom, ambos seres sonreían anonadados y envueltos en su propio mundo, olvidando por unos instantes donde estaban y quienes los acompañaban.

—Estas hermoso— soltó de la nada Yugyeom, acariciando con delicadeza la mejilla izquierda del sonrojado chino.

—¡No digas tonterías!— chillo sintiendo el calor de su rostro.

Yugyeom soltó una pequeña carcajada, sin apartar su mano de la piel ajena suspiro, sus instintos gritaban por un beso mas su mente estaba cuerda recordandole cual disco rayado lo enfermo que eso se vería en medio de la feria.

—Quisiera tener mas tiempo— susurro Yugyeom mirándole con melancolía —¿Serias mi pilar?

Jackson sonrió con pureza y amor, completamente emocionado asintio —¡Si!... ¿Quieres subir a una de las atracciones antes de volver?

Yugyeom miro todas las compras resignándose —Debemos llevar esto...

—No te preocupes, podemos dejar esto con el servidor del lugar.

¿Felicidad? No podía mentir mas, con el sentía la verdadera alegría, la emoción y el amor verdadero, un sentimiento tan alejado de su realidad pero tan presente que es agobiante. Mandando los stands nuevamente a la mierda, tomo la mano de su adorable Jackson y sonrió en respuesta.

Jackson no pudo contener el gritito de euforia, como dos niños traviesos rieron al dejar las compras de lado, sus manos se aferraban mutuamente, apretándose casi con terror, pues temían que esa cálida sensación desapareciera.

La pareja imprudente corrió hasta el juego mas apartado, pagando la entrada ingresaron a dicho lugar, la casa de los espejos, siguiendo sus impulsos disfrutaron estar atrapados entre los espejos, sus risas llenaron de vida el lugar.

Que afortunado aquel que miraba con envidia a la pareja, pues sabia que ambos se amaban mas que a nada en el mundo, que su belleza deslumbraba el lugar logrando formar un ambiente lleno de ternura y aquella sensación de calidez.

Que fortuna tienes.

El dolor era inevitable, los celos en ambas personas rechinaban en impotencia y cólera, aunque por un momento ambos rechinidos fueron atrapados por el esplendor de ambos chicos, sus corazones no soportaban ver la verdadera felicidad.

Yugy— susurro Jackson cansado de correr y reír.

Yugyeom miro a ambos lados, estaban a mitad del pasillo, aun faltaba un poco para poder salir —Jacksonnie— contesto haciendo aegyo.

—¿Si te pido una cosa me la darías?

El mayor se vio pensativo, acercándose mas a su adorable Jackson sonrió acorralando en uno de los atajos —Claro que lo haría.

Las manos de Yugyeom tocaron delicadamente el rostro ajeno, delineando detalladamente sus facciones y textura, completamente perdido en el rostro de su amante, contemplo embelesado la respiración y jadeos tenues de Jackson.

—¿Me besarías?

Yugyeom se acerco lentamente, su mano acariciaba con dulzura los labios ajenos, sumido en el deseo dejo que sus labios se conectaran, el rose de la piel carnosa logro estremecer a Jackson quien se aferro al cuello del mas alto.

Sus labios iniciaron una danza, moviéndose de un lado a otro chupando y saboreandose mutuamente, con los ojos cerrados y el corazón en la mano, dejaron que su pasión se desbordara.

Jackson gimió, la mordida por parte del mayor lo tomo por sorpresa, Yugyeom guardo en lo mas profundo de sus recuerdos el tan hermoso sonido, quedando como su tesoro mas preciado.

Pasos se escucharon, con mucho pesar Yugyeom abandono los labios de su amado, este solo maldijo en voz baja a quien ingresaba a la casa de espejos, quería seguir sintiendo los labios de Yugy, deseaba ser tocado, el lo quería todo con Yugyeom.

—Es hora de volver— anuncio Yugyeom limpiando el pequeño hilo de saliva que salia de los labios ajenos —Quiero un chocolate.

Jackson rió entusiasta, tomándose de las manos terminaron el recorrido, al salir sus manos se separaron, sus expresiones cambiaron por leves segundos, dolor, tristeza, desespero... Necesidad.

Caminando sin animo alguno, volvieron al inicio de sus pesadillas, Jungkook reía junto a Mark y Jinyoung, Hoseok, YoungJae y Yang parecían hacer malévolos planes de secuestro, no había rastro de su prima ni de su prometida.

—¡Yugy!— grito su hermana corriendo a sus brazos, en un descuido rapto una de las frituras y enseño el aperitivo triunfante —¡Gane! Ahora paguen.

No entendía que sucedía, pero le fue divertido ver como todos parecían querer morir —¡Oye! Esas papas son mías— reclamo Jungkook.

Jackson dejo escapar una risita tierna al ver como luchaba por conseguir sus frituras, acercándose a ambos gruñones le sonrió —Yugy te compro tres paquetes, mira— le entrego las tres bolsas.

Jungkook pareció brillar, sus ojos dieron a entender cuan agradecido estaba, como todo un niño travieso enseño presumido sus alimentos —¡No es justo!— reclamo Yang.

—creí que ibas a ir por helado.

—Y conseguí helado, ahora quiero papas.

Youngjae tomo una de las golosinas compradas —Pero si ya tienes un empaque.

La muchacha hizo un puchero —Pero el tiene ¡Tres!

Jackson abrazo a la menor —No es verdad— susurro riendo —Mira.

Se habían repartido los paquetes entre todos, guardando dos para las ausentes —Oh.

—Yang ¿a donde fue Jennie?

La pequeña hizo una mueca divertida —Hace un minuto fue al baño.

—Ojala se pierda— suplico al cielo.

Tras el, un aura aterradora le erizo la piel —¿Quien se pierde?— pregunto con su voz diabólica.

Yugyrom se giro lentamente, Jackson y los demás aguantaban las risas —Los patos... Si eso.

Jennie se tiro al grandote y haciéndole una llave rio —Claro los patos. ¿¡Tengo cara de ser un pato!?

—Ahora que lo dices, pareces un pelícano.

Y entonces las risas estallaron, Jennie se quejaba y le reclamaba, todos estaban tan metidos en la divertida escena que no notaron la llegada de Yongmin y la temible mirada amenazante de Bambam.

La hora de separarse pronto llego, entre risas y divertidos comentarios cada quien tomo rumbos distinto, el trió de locos habían echado a patadas a todos, asegurándose de que el chófer de cada familia llevara a salvo a cada menor.

Yugyeom solo dio una tenue despedida y se marcho junto a sus dos princesas —¿Vamos al bar?— pregunto YoungJae.

Jackson miro la hora, nueve treinta pm —Alcanzamos a ir...

Jinypung negó riendo —Me reuniré con mi amor en el bar, así que los acompaño.

Jackson le miro con perversión, YoungJae lo imito —¡No es lo que piensan cochinos!

—Me pueden esperar un momento... Tengo que ir al baño.

—Te esperamos, llamare al chófer para que nos lleve.

Jackson asintio separándose de sus amigos, el día había pasado pero sin duda era uno de sus mejores días, tan cálido y deseable, ahora mas que nada quería volver a sentir las caricias de Yugyeom en su piel, quería sentirlo y tenerlo solo para si mismo.

Con una sonrisa diabólica, Jackson libero su vejiga, abriendo el grifo hizo tronar su cuello, tras de el un chico de cabellos dorados salio mirándole con odio, ignorando al desconocido tomo una de las toallitas para secarse.

—Aléjate de Yugyeom, si no lo haces te matare— dicho esto el chico salio de los baños.

Jackson quedo atónito, volviendo a la realidad trato de alcanzar a dicho sujeto, mas le fue imposible encontrar al maldito.

—¿Que mierda?

La pesadilla inicia.

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