Epilogio

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—¡Jackson!

El sonido de alarma hizo que varios de los enfermeros salieran corriendo, el ataque de ira de Yugyeom había incrementado, su desesperada mente jugaba en su contra.

—Lo lamento, no puede recibir personas que le provoquen ansiedad, han causado que sus emociones colapsen.

El señor Kim apretó los puños, mirando con total ira intento lanzarse al médico, por suerte YoungJae lo detuvo junto a Jinyoung —¡Inútiles! Lo único que han hecho es empeorar su situación, lo sacaré de aquí, iremos a Rusia.

—Temo que no será posible— El oficial Hank había llegado tan pronto como fue avisado de la visita de sus parientes y amigos —Es potencialmente peligroso, no saldrá del país, es una orden estricta del departamento Judicial.

Yang suspiro, una vez más estarían por mucho tiempo en ese lugar —¿Puedo ir?

El médico ignoro el conflicto que se estaba formando para concentrarse en la chica, dando un leve suspiro asintió, poco a poco se apartaron de todos, el médico encargado dejo que Yang ingresará a la habitación, después de todo ya habían sedado al paciente.

Yang acaricio la cara de su hermano, se veía tan relajado —Jackson— sus brazos mostraban cicatrices y su voz se escuchaba rasposa, el médico explico que solía gritar con mucho desespero.

—¿Estás con él?

El silencio solo dejaba un vacío en su corazón, no soportaba este silencio.

Yang se dispuso a llorar, extrañaba poder hablar con su hermano, lo quería de regreso, quería gritarle todo el escándalo que había hecho por el, queria pedirle perdón, quería, queria que por un momento, su hermano volviera a pronunciar su nombre.
































Jackson iría de camino al hospital, la cirugía de Yugyeom había sido un éxito, el médico había advertido de posibles jaquecas y había repetido que el paciente no podía recibir emociones fuertes.

Estaba emocionado, quería verle, cumplir con su palabra e ir a París, para comer panqueques —Jackson Wang.

La voz de aquel maníaco detuvo su caminata, era Bambam, le miraba sonriente —¿Que quieres?

Astutamente el mensionado de acercó a su presa, con una sonrisa radiante señaló el camino al hospital —Solo quiero a Yugyeom, te lo dije, es mío.

—Ja, no me hagas reír, Yugyeom es libre de estar con quién desea, estoy seguro que no es contigo— Bambam apretó los puños, dando una señal varios hombres rodearon al chico, quien lucho con todas sus fuerzas, cosa inútil pues uno de ellos lo habia inmovilizado.

—Sabes, tal vez Yugyeom entienda que solo me pertenece a mi si llevo tu cabeza a sus pies.

Jackson intentaba gritar pero no le dieron tiempo de nada, lo habían amordazado, estaba acorralado, no había salida.

Bambam sonreía de una manera tan sádica que le dió a entender que nada bueno saldría de esto.


























Yongmin ingresó a la habitación, su mirada envuelta en tristeza tomo la mano de Yugyeom —No me casare contigo Yugyeom, siento que nuestros padres te forzaran a este punto, lo lamento mucho.

Yugyeom sonrió con ternura —No puedes decir que me dejaras, mi padre perdería la cabeza.

Las pequeñas risas complices llenaron la habitación de una sensación familiar y calida —Tus padres cortaron el compromiso, han dicho que no quieren perderte, así que, eres libre de mi, Jeon Yongmin.

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