Del cielo, ¿al infierno?

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Dos años y medio después. Madrid

- A mi ese chico con el que andas no me da muy buena espina.

Cova rodó los ojos antes los celos en las palabras de su novia, y dejó la taza sobre la mesa antes de seguirla hasta la cocina, donde la pelirroja fingía estar muy concentrada limpiando su plato.

- Alicia Sierra - la llamó con seriedad - Debería ser ilegal tener ese nivel de celos - un gesto de desagrado cubrió los labios de la nombrada y sonrió satisfecha. Estaba consiguiendo enfadarla, y nada la divertía más que eso - Pablo no es más que un amigo se la universidad. Ha sido un milagro habernos visto - añadió pensativa, recordando como se lo había encontrada hacía unas semanas en el supermercado. Había estado a punto de pegarle un puñetazo, pues por su culpa se le había caído un paquete de huevos al suelo - Es un chaval agradable.

- Tiene nombre de pijo.

- Ah, bueno - levantó ambas manos al cielo - Razón suficiente para dejar de hablarme con él - ironizó, recibiendo una mirada cargada de odio - Ali... - suavizó el tono antes de acercarse a ella con cuidado para abrazarla por la espalda - Mi Ali - añadió sobre su cuello - Te quiero - besó el hombro de la pelirroja - Y Pablo no es más que un colega.

- Pero me abandonas para quedar con él.

- Sólo voy a ir a cenar - rodó los ojos - Siempre puedes llamar a Germán. Así no estarás sola.

- Germán... - Alicia pareció pensarlo unos segundos antes de sonreír - Si, iré con Germán. Es un hombre agradable, y bastante atractivo...

- No intentes ponerme celosa - la rubia ya se encontraba saliendo de la cocina - He sido yo quien te ha dado la idea.

- Idiota... - masculló.

- ¡Te he oído!

- ¡Eso pretendía!

Terminó de recoger antes de dirigirse hacia la habitación, donde sabía que la rubia se encontraría.

Efectivamente al abrir la puerta ahí la vio, semidesnuda frente al armario, indecisa sobre que ropa escoger.

- ¿No sabes que ponerte para tu cita con Pablo?

- No es una cita, Ali - la reprendió sin mirarla. Estaba siendo demasiado dramática - Sólo estoy pensado con que ropa estaré más cómoda. No quiero pasar frío - añadió mientras veía como el sol de Madrid se cubría poco a poco por las nubes - Espero que no llueva.

Alicia se sentó sobre el borde de la cama con cara de pocos amigos, y terminó siendo Cova la que dio su brazo a torcer.

- Levanta tu culo gordo de la cama y ven a darme un beso - le ordenó una vez hubo escogido la ropa y ya iba camino del baño - Vamos - exigió una última vez antes de desaparecer.

Quiso resistirse, pero ninguna persona en su sano juicio se resistía a los encantos de la rubia. A regañadientes de puso en pie, deteniéndose sólo para apoyarse contra el marco de la puerta del baño, donde Cova ya se encontraba completamente desnuda mientras preparaba la bañera.

- Yo no tengo el culo gordo - replicó, llamando su atención. Cova se giró con una amplia sonrisa.

- Tienes el mejor culo de todo Madrid - respondió mientras se acercaba a ella - Diría de todo el mundo pero, lamentablemente, ese es el mío - ambas mujeres dirigieron la mirada hacia el culo de la rubia y Alicia no podía hacer otra cosa que darle la razón - ¿Te apetece un bañito relajante con mi maravillosa compañía?

- Estoy enfadada contigo.

- Yo te quito el enfado - tiró de la camiseta de la pelirroja para introducirla finalmente en el baño - A besitos - añadió coqueta.

Traición {Alicia Sierra}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora