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"Querido Jungkookie:

Me han atrapado. Por la mañana, mientras yo desayunaba, la enfermera loca revisó mis cajones y encontró la llave de mi habitación; ya no podré realizar mis paseos nocturnos. También encontró pedazo de vidrio cubierto de sangre seca, revisó mis muñecas y encontró unas cuantas cortadas pero eso no es importante ahorita.

Cielo, echo de menos tus ojitos, aquellos con los que me sentía seguro, tus labios y besos. Tus palabras de consuelo y como me apresabas en tus brazos cuando sufría un ataque, cuando me sentía tan deprimido y con ganas de acabar con todo.

Te extraño tanto."

-Jungkookie ¿Por qué no puedo verte?

Kim esta recostado en su cama viendo al techo. Hace unos diez minutos termino de escribir la carta. El antes nombrado, extrañamente, no responde a su llamado.

-¿Dónde estás? Quiero verte.

"Las vitaminas tal vez te ayuden a verlo", susurró una voz en su oído.

El rubio se estremece en la cama, un escalofrío recorre todo su cuerpo; definitivamente ese no era su Jungkookie.

-¿Q-quién eres? ¿De qué vitaminas estás hablando?

Se sienta en la cama y gira su cabeza hacia todas partes buscando al perteneciente de la voz, más no es capaz de encontrarlo, y esta no vuelve a hacer acto de presencia. Bufa, tirándose para atrás y se acomoda cubriéndose con las sábanas.

¿Vitaminas?

dear jungkookie • kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora