dear jungkookie • kooktae

🔦; 07

𔕱 Y los días siguieron pasando, con aquel aire tan tenso y triste, como solía ser desde que Taehyung recayó. 

El chico se mantenía encerrado en la habitación, levantándose para ver a la ventana que da con la calle de vez en cuando, y comiendo unos bocados de comida cuando mucho. Oh, Taehyung ¿Cuándo llegamos a esto? Dijimos que no volvería a pasar, ¿fue así?  Sus labios deshidratados, cabello descuidado y ojos apagados.

Veamos, ¿Qué mas decir? ¡Claro, Jungkook!  Vaya, el chico parecía desvanecerse de a poco, pobrecito.

El azabache de apariencia desaliñada, apenas y veía por si mismo. Ha saltado un montón de comidas al día; procuraba mas el alimentar a su novio, ver que tomara las pastillas y demás. Todo el tiempo se mira desorientado y peor en el trabajo. 

Su peli naranja compañero de trabajo empezaba a preocuparse por lo mal que parecía estar el chico, tanto que solía acompañarlo a casa luego del trabajo con miedo a que, por estar en su propio mundo, lo pasara llevando un carro. Seung era su nombre, un chico amable e inocente, curioso pero tímido a la vez.

A Jungkook le parecía tierno lo preocupadizo que era con su estado, a pesar de decirle un sin fin de veces que estaba mas que bien, solo un poco desanimado; el peli naranja no creía ni una de sus palabras y deseaba descubrir el porqué detrás de su reciente comportamiento.

Que Jeon Jungkook, optimista y alegre, un chico que suele dar los mejores consejos y nunca deja de sonreír, de un día para otro pase a ser alguien totalmente diferente, es algo de que preocuparse.

-¿Vives solo?

-No, yo... vivo con mi novio.

-¡Oh, que bien! No hace mucho, ¿o si? ¿Cuándo tiempo llevan juntos?- pregunta Seung.

-Llevamos saliendo alrededor de cuatro años, si mal no recuerdo, y nos mudamos hace dos.

-Ya veo ¿Han discutido? ¿Es por eso tu decaimiento?

-Yo preferiría no hablar del tema.

-¡Oh claro! Disculpa si te hago sentir incómodo, soy algo curioso.

Y el silencio los invadió.

Era un día lluvioso, al salir del trabajo Jungkook había olvidado su paraguas, por lo que, muy amablemente, Seung se había ofrecido a compartir el suyo.

Ahora ambos iban a pasos lentos de camino a casa del pelinegro, la lluvia disminuyó conforme el tiempo fue pasando, y quedó así una pequeña y fresca brisa.

Unos minutos más tarde llegaron, y el pelinaranja se despidió con un abrazo.

Luego entró a casa, volviendo a la misma soledad de hace semanas. Sintió un gran nudo en su garganta, las grandes ganas de llorar y desahogarse crecieron, sin embargo se contuvo y respiró profundamente.

Dejó su abrigo en el perchero cerca de la entrada y se adentro a la casa, no había ni una sola luz encendida y la comida que había dejado en el comedor seguía intacta, por lo que dedujo que Taehyung no había salido de la habitación en todo el día.

Se dio la tarea de volver a calentarla. Con ayuda de una bandeja, subió las gradas y tocó a la puerta tres veces. Kim no respondió, así que giró la manecilla y entró como siempre, con una pequeña sonrisa y esperanza de que ya se haya recuperado de lo que sea que sucedió.

Entonces encontró a su novio parado frente a la ventana, de brazos cruzados observando fijamente un punto en la calle.

-Tae, lindo ¿Qué haces? ¿Ya te sientes mejor?

-No soy suficiente, ¿verdad?

-¿Disculpa?

-Ellos me lo dijeron. Y-yo no debí, no debí, no debí. -Susurraba.

-¿Amor qué pasa?

Dejó la bandeja en una mesa de noche, y con el ceño fruncido camino hacia él, lo giró con sutileza. -Tae, dime. Por favor dime.

-Yo no debí haberte conocido. No debí aceptar ir contigo ese día, no debiste haberme hablado siquiera. ¿Porqué Jungkook? Necesito saberlo.

-¿Porqué no me dejaste a la suerte? ¿Porqué le brindaste un hogar a un chico cubierto en sangre y con cuchillo en mano? ¿Siquiera pensaste antes de hacerlo? ¿Sabías lo que sucedió ese día? ¿Justo ese día?

Todo le cayó como un balde de agua fría, estaba tan aturdido que apenas y podía mantenerse en pie. Su rostro palideció.- ¿Cómo no podría saberlo, Tae?