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𔕱 -¿Cómo no podría saberlo, Tae?

Recuerda claramente aquella fría noche de relámpagos, un Jungkook de 18 fue a visitar a la familia Kim de sorpresa, con una torta en mano y una enorme sonrisa había tocado la puerta principal. Nunca se imagino que lo primero que observaría ese día fuera a Taehyung y su lindo rostro con pequeñas manchas de sangre al igual que su atuendo. Recordaba que lucia agitado y apretaba su mandíbula con tanta fuerza que se remarcaban sus facciones.

-¿Cómo borrar aquella escena de mi mente? Tu mamá, tus hermanas...

-Cállate. No las menciones.

Sus dos hermanas mayores, Kim Eun-yeong y Kim Eun-ji, excelencia académica cada año; ganaban premios de actividades extracurriculares y eran el más grande orgullo de su madre, solía observar como se le iluminaban los ojos al hablar de ellas. De cierta forma, siempre les tuvo envidia, o tal vez solo envidiaba que su madre las alagara tanto, mientras que él solo ganaba sus quejas y regaños. 

Taehyung posee un gran parecido a su padre, bellas facciones, su tez morena y característica sonrisa cuadrada. De vez en cuando se sentaba a pensar que su madre lo odiaba por ser la viva imagen del hombre que los cambió por otra.

Kim Jaemi era una mujer altamente estricta, con quien no hay segundos lugares y todo se debía hacer al pie de la letra. Podría decirse que le importaba tanto lo que su madre dijera, que con tan solo escuchar un: "Lo hiciste bien, Taehyung" sentiría que todos sus problemas estarían resueltos. Sin embargo, todo su esfuerzo para lograr enorgullecerla era en vano. También podría decirse que a raíz de esos sentimientos, se fueron creando unos nuevos, donde creía que si tan solo aquellas molestas chicas no existieran su madre vería por él. O si tan solo ella hiciera puff, por primera vez desde que tiene memoria, podría estar tranquilo.

No fue una, ni dos veces las que paso por su mente el matarlas y por más que quiso apartarse de esos erróneos pensamientos, ellas mismas lograban llenar y llenar esa sed. Fue entonces cuando un día en diciembre lo hizo, y con una sonrisa en el rostro se liberó de esa carga. Finalmente era feliz.

Ese mismo día Jungkook lo encontró y lo acogió en su hogar, a pesar de lo que recién había pasado se volvió su cómplice. Le brindó calor, comprensión, cariño; y no tenía idea de lo mucho que lo estaba necesitando. Sin embargo, ¿por qué?  La "amistad" que solían llevar Jungkook y Taehyung era tan normal como cualquier otra, del tipo de chicos que se reúnen de vez en cuando en el parque, salen por helado o se ayudaban en lo deberes. 

Pero ¿Quién en su sano juicio le ofrecería techo y comida a un asesino? Por que fue eso en lo que se convirtió aquella noche en diciembre, un chico menor de edad que asesino a su familia a sangre fría. 

Pues digamos que lo que sentía Jungkook hacia Taehyung no era una simple amistad, porque luego de tantas salidas, "muestras de afecto" y pláticas hasta altas horas en la noche, el rubio logró conquistar su débil corazón de una manera inexplicable. Jeon calló redondito en sus ojos miel, tan atrayentes. 

La familia Kim vivía un poco apartada al resto, por lo que nadie se dio cuenta de lo ocurrido, un par de semanas después Jungkook decidió que lo mejor era mudarse y dejar eso atrás, iniciando un nuevo capítulo. Taehyung aceptó la idea, sin tener dónde ir lo que más le convenía era permanecer con el azabache.

Aunque las voces no se detenían, se convenció de que no pasaría nada y que desaparecerían con el tiempo, mas no fue así. Todo lo susurrado en su oído hacía su cuerpo estremecer, y poco a poco todo se volvió un agobiante escenario, donde se encontraba él y nadie más, con las luces apuntándolo con intensidad y las miles de palabras que eran expresadas, lograban abrir una herida en su frágil cuerpo.

Pero ahí estaba Taehyung, siguiendo orientaciones al pie de la letra. Y fue tan doloroso escuchar un: "Vamos Taehyung, solo hazlo" "Hemos vivido una mentira" "Hazlo, hazlo, él lo merece"

-¿Qué fue lo que hice tan mal, para sufrir de este modo? Si tan solo yo hubiera sido suficiente, Jungkook, para ti, para todos...

-¿De qué hablas, Tae? -lentamente, el azabache trata de acercarse al chico, quien con los ojos cristalinos dice.

-Si tan solo hubiera sido suficiente esto no habría sucedido, y yo no tendría que hacer esto que nos mata. 

Sangre corrió, deslizándose con sigilo por sus manos y ropa; Taehyung enterraba el puñal al costado derecho del azabache, quien con una mueca de dolor: elevó su palma, secó las lágrimas del chico y acarició con amor su mejilla. -En cualquier momento esto pasaría, ¿no es así?

-Lo sabías, tú lo sabías. Entonces ¿por qué, Jungkook? No logro entenderlo, porf-avor... dime.

-Te amo como no tienes idea, cielo. 

Su cuerpo cayó, frío y débil. Taehyung cayó con él. ¿Dónde quedó esa liberación y felicidad exorbitante de cuando su madre y hermanas? Si las voces dijeron que esto estaba bien, ¿porqué se sentía así? Con un vacío profundo e inexplicable. Si ellas querían lo mejor para él, ¿porqué se llevaron a su Jungkookie? 

Jungkook lo hacía tan tan feliz, pero ellas lo han incitado a algo malo y Jungkook se ha ido, su lindo novio ya no volverá. 

  

dear jungkookie • kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora