𔕱 Los días posteriores a ese fueron muy diferentes, como ya estaba previsto. La actitud de Taehyung dio un cambio drástico desde entonces y todo parecía estar de cabeza.
Jungkook no sabía que hacer, se sentía perdido.
Los arranques depresivos del chico iban de mal en peor, tanto que Jeon temía el dejarlo solo por simples minutos.
Le dolía mucho ver a su novio en tal estado. Y luchaba como nunca porque diera al menos un bocado de comida al día, porque se levantara de la cama y saliera a tomar aire un rato al menos.
Por las noches se veía obligado a atar su muñeca a la cama para impedir que escapara, ya había pasado un vez y trataba de evitar todo lo que conllevaba aquel descuido.
Un suspiro abandono sus labios y tomando la bandeja de comida emprendió camino al cuarto principal, donde se encontraba Taehyung. Con suavidad toco la puerta tres veces seguidas, y sin obtener respuesta alguna giró la perilla.
-Hey! -susurró al entrar.
A pasos lentos se acercó a una mesa de noche, dejando con cuidado la bandeja de comida. Y como era de esperarse, Taehyung estaba acostado en la cama, abrazando una almohada y cubierto por varias sábanas.
Sentándose al borde de la cama acarició un poco su cuerpo, esperando al menos una palabra de su parte.
-He traído el almuerzo. Es carne y espagueti, como a ti te gusta.
El silencio llenó la habitación en segundos, solo siendo escuchada la respiración entrecortada del menor. Y luego de largos minutos, Jungkook se levantó de la cama dispuesto a irse de la habitación; sin embargo, detuvo sus pasos al escuchar como el cuerpo del menor se movía entre sábanas.
Dio media vuelta, chocando con los apagados ojos de Kim. Sin poder evitarlo la comisura de sus labios se elevaron un poco.
-Tae...
-Jungkookie -interrumpió, y repentinamente preguntó-. Tú me quieres ¿no es así?
Sus ojos brillaron. Después de días su chico estaba hablándole; no le ignoraba, no estaba pataleando. Se sentía tan bien volver a escuchar su linda voz.
-Te amo, cielo, más de lo que te imaginas.
Taehyung asintió, y con la vista clavada en los brillantes ojitos de su novio, sonrió cínicamente.
-¿Sabes qué pasó con Molly?
-¿Nuestra gatita? ¿Esa Molly?
-Sí, tú gatita. Desapareció de casa hace unos meses y no volvió a casa, ¿verdad? Bueno, eso es lo que te conté -dice, haciendo a Jungkook fruncir las cejas. No entendía a qué se refería en lo más mínimo.
-¿Disculpa?
-Oh, lindo Jungkookie. Ella robaba mucho tu atención, yo te quería solo para mí -jugando con sus dedos, ríe bajito.- Vaya, recuerdo que era muy molesta.
-Tae, ¿Qué pasó con ella?
Y nuevamente, el silencio volvió a la habitación. El azabache se mantenía quieto en su lugar; mientras el otro, sin apartar la vista de sus ojos, sonreía al aire.
Juraba escuchar el suave pero rápido bombeo de su corazón, sus manos empezaron a sudar.
Aquel 15 de junio por la tarde, Jungkook volvía del trabajo, feliz y sonriente, apresurándose para ver a su amado Taehyung y su bonita gata.
Oh, Molly. Tan linda y suavecita, de pelaje blanco, ojos azul claro y su pequeña nariz rosadita.
Antes sólo era Jungkook y Molly, tiempo después conoció a Taehyung en el actual parque donde suele pasar cada que viene del trabajo. Ese chico de ojos misteriosos y linda sonrisa logró cautivar su débil corazón.
Justo ese día era el cumpleaños de su bella gatita, y ansiaba llegar a verla, llenarla de besitos y pasar tiempo con ella y su chico. Ellos eran, lo que consideraba, su pequeña familia.
Para su sorpresa, al llegar a casa su dulce Molly no lo esperaba sentada por la puerta, ya gata acostumbraba a recibir a Jungkook cada día después del trabajo, por lo que se extraño, más no le prestó tanta importancia. Luego buscó a Taehyung por toda la casa y extrañamente tampoco lo estaba.
Hasta que lo encontró en el patio, observando una de las pocas plantas que solían sembrar. Preguntó por Molly mas sólo obtuvo un "No la he visto desde mediodía, koo. De seguro salió de casa, ya volverá, no te preocupes".Entonces pasaron días, semanas y meses, la gatita no apareció y Jungkook, por más boletas de desaparición que colocará a los alrededores y su ardua búsqueda por la gatita, con el tiempo se dio por vencido.
Fue cuando, con un corazón roto, se obligó a creer que no volvería y esperaba que se encontrara en un buen lugar, con la atención y amor que se merece.
Los segundos pasaban, y parecían una eternidad, la mayor tortura.
Una cínica sonrisa se asomaba en sus labios, y aquel vacío inexpresivo de su mirada lograba ponerle los nervios a flor de piel.
-La maté.
Dijo con simpleza. Esas dos palabras haciendo un lío de pensamientos y emociones a Jungkook, que apretando los puños fuertemente, trató de mantenerse recio. No creyendo lo que escuchaba preguntó.
-¿Q-qué dijiste?
-La maté, Jungkookie. Ese día, luego de que te fueras al trabajo, la tomé mientras dormía y la enterré en el patio de la casa. Está muerta.
Sus ojos picaron, y una lágrima corrió por su mejilla. Dio media vuelta y salió de la habitación.
Oh, dulce y pequeña Molly. No merecías un final tan atroz.
▪︎▪︎▪︎
pray for molly.
vieron que mimi ya está mejor?
soy un mar de lágrimas TT

ESTÁS LEYENDO
dear jungkookie • kooktae
Fanfiction↠𝗸𝗼𝗼𝗸𝘁𝗮𝗲 "Querido Jungkookie: Es hoy, el día finalmente ha llegado. Quiero que sepas que te amo como no tienes idea, amor mío. Ansío volver a reencontrarnos." Historia 100% mía.