CAPÍTULO 4. Hogar Parte II

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Lynette.

Mi tía en acto de nobleza les llevaba comida, ropa, juguetes, todo lo que fuese necesario para que ellos crecieran bien. ¿Cómo es que el padre no se daba cuenta de eso?, nadie ahí lo sabía. Mi tía nunca se casó así que para ella es muy bonito ayudar al que de verdad lo necesita. Me contaba que tiempo después gracias al mayor pudieron salir adelante dejando solo a su padre, dice que los extraña que ya ha pasado tiempo y no los ha visto, ella siempre tan linda...

—Tierra llamando a Ly, tierra llamando a Ly.

Volteo y miro a una viejecilla parada a un lado de mi escritorio.

—Copiado y listo —me río con vergüenza.

—Llevo más de 20 minutos hablándote y no me contestas. Ya me estaba preocupando.

Se cruza de brazos y hace un gesto que causa que se le marquen aún más las arrugas de su sonrojada cara.

—Lo siento nana, demasiada información por hoy —le hago puchero para que no me regañe.

—Tu tía está abajo te está esperando desde hace rato para cenar. Ha de estar desespesda.

—¿Mi tía?,¿Ya llegó? —salto de la silla y me paro sacudiendo mi ropa.

—Está todo listo, anda —señala la puerta

Más tardó en hablarme que en salir corriendo de la oficina topándome con mi gran tía sentada en el comedor.

—Que niña tan maleducada. ¡Ya tengo tiempo aquí y nada que bajas!

—¡Eso mismo le dije! —se escucha el grito de nana

—Lo siento, tengo tantas cosas en mi cabeza que no sé en qué mundo vivo —me acerco a ella y la abrazo.

—No me puedo enojar contigo porque eres mi favorita pero eso no quita el hecho de que me hayas hecho esperar. Por eso, como castigo mañana iremos a mi antigua casa a traer cosas de allá y tendremos una noche de película ¿te parece?

—Sabes que sí, siempre ses si —digo entusiasmada.

—Supe que mi cuñada se viene de nuevo para acá. Sería buena idea organizar algo y darle la bienvenida .

—Estaría muy bien, a mamá le gustara. Les diré a los sirvientes que organicen la casa y preparen bocadillos.

—Entonces a prepararnos.

(...)

—¡Vamos, vamos, camina, rápido! —Grita Sharon mientras me empuja dentro de la casa.

—¡Ya voy!, tengo los benditos zapatos empapados —contesto con algo de enojo y diversión—, estoy como una sopa, toda aguada.

—Creo que fue mala idea ir a comprar sabiendo que estaba nublado. ¿Te parece si nos damos un baño y cenamos? De todos modos las cosas ya están en las camionetas

Cierra la puerta de su casa tras ella para así quitarse los zapatos y exprimir su ropa. Mi cuerpo comenzó a temblar conforme bajaba la temperatura. Y ni así, aunque me esté congelando diré que el calor es mejor que el frío.

—Entraré al baño de invitados. ¿Tienes algo de ropa que me prestes?

—Claro, deje un par de cambios disponibles. —Se abraza a sí misma en un intento de darse calor.

—Gracias...Tía...

Salgo corriendo de la sala dirigiéndome al baño, sabía que Sharon odiaba que le dijes tía, la hago sentir vieja, pero para mí es algo divertido ver su cara.

Moretti © #1 Enemigos #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora