16 - Detesto amarlo tanto

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Era séptima vez que Jaehyun no contestaba mi llamada desde la mañana. Suspiré y observé a Taeyong.

—¿Estás seguro de esto?

—No, pero creo que es el momento. Necesito hablar con él.

—Bien, le aclararé unas cuantas cosas y lo traeré aquí. Si te arrepientes, solo llámame, ¿sí?

Taeyong asintió, limpió la mesa por tercera vez en los cinco minutos que estuve con él, y volvió a recorrer su habitación de punta a punta. Me apresuré a ir hacia la habitación de Jaehyun antes de que mi amigo hiciera un agujero en el suelo o, peor, lastimara sus manos de tanto fregar.

Entré al edificio y me dirigí directo hacia Jaehyun, aunque en el camino casi fui arrollado por Johnny que salía corriendo de su habitación. Sin poder evitarlo, eché una mirada hacia la puerta que estaba cerrándose y creí ver a Yuta en su cama, algo que, aunque era habitual, me confundió un poco.

Golpeé la puerta vecina, aun observando la de Johnny que finalmente se cerraba.

—¿Está todo bien? —escuché a Jaehyun frente a mí.

—Johnny acaba de salir corriendo de su habitación y creí ver a Yuta dentro antes de que la puerta se cerrara —murmuré, volviendo la vista al frente, y, notando que Jaehyun estaba distraído, me colé en su habitación.

Cuando entendió que era demasiado tarde, Jaehyun comenzó a cerrar la puerta con lentitud, observando el exterior, ansioso por salir.

—Si escapas, te encontraré y te asesinaré. Así que es mejor que cierres la puerta y tomes asiento, debo hablar contigo.

Sin decir palabra, terminó de cerrar la puerta y se sentó en su cama frente a mí, con la cabeza gacha, como si fuera un niño que acababa de ser descubierto en una travesura. La situación era cómica, pero debía centrarme en el asunto por el que estaba frente a él, con los brazos cruzados.

—¿Por qué no contestas mis llamadas o mensajes?

—Estaba ocupado.

—¿Haciendo qué? Estuve llamándote toda la mañana, ¿no tuviste un descanso ni en el almuerzo?

—Estoy ocupado planificando los proyectos de la clase, apenas tenía tiempo de ver la hora.

—Como sea —suspiré, rodando los ojos, sabiendo que solo daba excusas—. ¿Por qué le dijiste a Taeyong sobre mí?

—Lo dije en un momento de enojo, no fue intencional, lo lamento...

—Eres un idiota —espeté—. Tae es mi amigo y siempre me hablaba de ti, ¿sabes lo culpable que se sintió cuando lo supo?

—Lo siento, yo- —su voz temblaba, pero no iba a detener mi enojo. Debía lograr que entrara en razón.

—No te disculpes conmigo. Debes disculparte con él por mentirle —Finalmente elevó sus ojos hacia mí, y ver la sorpresa y confusión en ellos solo me hizo resoplar—. Le dijiste que tengo sentimientos por ti y es mentira. Te amé, durante años, sí. Pero ya no, hace mucho que te veo solo como un amigo.

Sus hombros cayeron y su boca entreabierta me indicaba que al fin me había creído.

—Te dije mil veces que te olvides del pasado y seas feliz. Yo lo hice y era el que tenía sentimientos más profundos.

—Creí que lo decías por simple amabilidad o-

—¿Amabilidad? ¿¡Yo!? —reí.

—Eres más amable y dulce de lo que quieres aparentar.

—Sí, sí, como sea —lo silencié, volviendo al tema principal—. Es momento de que ambos seamos felices. Soy feliz, estoy saliendo con Jungwoo y él se encarga de hacerme aún más feliz cada segundo. También mereces serlo y sé que Taeyong es el indicado para ti. —Tomé sus manos, ablandando mi voz y mi mirada— Muchas veces tuve que verte sufrir con el corazón roto, y ahora te lastimas a ti mismo. Tae va a cuidarte porque eres muy preciado para él.

—Gracias por hablar conmigo. No sabía cómo te sentías y esto es un gran alivio para mí.

—Eres un idiota por no creer mi palabra todas las veces anteriores —no pude mantener por mucho tiempo mi amabilidad, me sacaba de mis casillas.

—Aún así...

—¿Qué? ¿Tienes otro problema?

—Conoces a su ex, ¿verdad? No puedo competir con él y no estoy seguro si Tae realmente lo superó. Además-

Comencé a reír por las tonterías que estaba diciendo. Pareciera que quería encontrar algo, por más absurdo que sea, para no estar con él. El estómago me dolía y las lágrimas se escapaban de mis ojos. Cuando recuperé el aire y me tranquilicé un poco, observé la seriedad en el rostro de Jaehyun, indicándome que no bromeaba.

—Oh, Dios, ¿lo dices en serio?

—Sí, no entiendo por qué te ríes tanto.

—No puedo creerlo... Deberías hablar de esto con Taeyong, él te dirá si aún siente algo por Baek o no.

Quería decirle la verdad, pero no era a mí a quien correspondía hacerlo, aunque sí me gustaría ver su expresión al saber que nunca hubo nada entre Baek y Tae. Cuando sepa la verdad, todas las barreras que lo detienen al fin se borrarán.

—Voy a hablar con Taeyong lo antes posible, pero deja de reír.

—Lo siento, es que... No importa. Sé que está en su habitación, ¿vas a verlo ahora?

Le indiqué que me siguiera aunque no lo quisiera y decidí hablar de temas aleatorios para distraerlo un poco. Pero en cuanto entramos al edificio, lo dejé completamente solo, aun debía resolver otros asuntos.

Me dirigí hacia mi nueva habitación, repletas de cajas esperando ser ordenadas. Jungwoo me sonrió en cuanto me vio entrar y, luego de besarlo, feliz de tenerlo en mi vida, tomé una de mis cajas de ropa y comencé a guardarla en el nuevo mueble.

Pero mi vista volvía una y otra vez a nuestras camas individuales, en cada punta de la habitación. Tomé todo el aire que mis pulmones podían y me animé a preguntar aquello que tenía atascado en mi garganta desde que pisamos la habitación por primera vez.

—¿Quieres que juntemos nuestras camas así continuamos durmiendo juntos?

Sin responderme, se puso en pie y empezó a despejar el camino entre los dos muebles para moverlos con mayor facilidad. Me apresuré a ayudarlo, sintiendo la felicidad en mi pecho.

Apenas lograba entender que era feliz a su lado, después de todo lo que había pasado y lo hundido que estaba en mi tonta miseria.

Y entendí que todo lo que me hacía detestarlo, en realidad era todo lo que amaba de él y no podía admitir.

Amo su inocencia, sus locas ideas, que se preocupe tanto por mí, su lado atrevido, que tenga poder sobre mí, su honestidad, que aparezca siempre que lo necesito, que siempre esté alrededor. Amo que nos vean como pareja, que se apropie de mis cosas, lo que me hace sentir, que me cuide tanto, que me llame amor, que me amara desde el principio, que sea tan atractivo. Es increíble pensar que pueda amarlo tanto. Amo que lea mi mente y que quiera estar para siempre a mi lado.

Mi Salvación (#4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora