Mi Salvación (#4)

10 - Detesto que se apropie de mis cosas

En cuanto entramos al karaoke, empecé a buscar un lugar donde sentarnos, pero mi mente se desconectó de la realidad al sentir los dedos de Jungwoo entrelazarse con los míos. Observé nuestras manos y luego a él, pero su mirada estaba fija al frente. Al seguir sus ojos, me encontré a Taeyong con Jaehyun y suspiré.

—Jungwoo, sabes que estoy bien, no necesito ánimos.

Me observó sorprendido y, con una sonrisita de vergüenza, alejó la mano. Iba a tomarla nuevamente, pero Taeyong se acercó a nosotros para saludar y luego nos guió hacia unos sillones.

Pero no iba a quedarme quieto, era un karaoke. Sin esperar invitación, tomé el micrófono y di comienzo a esta reunión. Nadie reclamaba el micrófono y Jungwoo se unió a mí para una segunda canción, y hasta una tercera.

Winwin y Ten caminaron hacia nosotros, le entregamos los micrófonos y regresamos a nuestros lugares. Jungwoo estaba entretenido mirando a los nuevos cantantes pero mi mirada se concentró en una parejita a unos metros de nosotros. Taeyong estaba siendo más atrevido con Jaehyun y me llenaba de orgullo.

Sentí nuevamente la mano de Jungwoo sosteniendo la mía, le devolví la mirada y suspiré. Amaba encontrarme con sus hermosos ojos. Acerqué su mano a mis labios y dejé un cálido beso sobre su piel para darle tranquilidad, pero sus ojitos comenzaron a brillar de una manera que hacía latir aun más mi corazón. Me acerqué más a él hasta estar pegados y compartir todo nuestro calor.

Volví mi vista hacia el par de tortolitos justo antes de que se levantaran para dirigirse al escenario. Me sentía increíblemente emocionado por verlos juntos de esa manera y me era inevitable observarlos. Y cuando crucé miradas con Jaehyun, le sonreí dándole ánimos.

Pero mis acciones cambiaron algo en él, y comenzó a distanciarse de Taeyong, a tal punto que, en la salida, desapareció antes de terminar de saludar a todos y dejando a Taeyong solo. Cada uno se fue por su lado —como si no tuviéramos que ir todos al mismo lugar— y Jungwoo y yo quedamos de pie, solos.

—¿Volvemos a nuestra habitación antes de que oscurezca más?

Observé a Jungwoo, sorprendido por sus palabras. No dijo nuestras habitaciones, ni tu habitación o mi habitación. Sus palabras fueron exactamente nuestra habitación, una sola, de ambos. Sentía el rostro ardiendo y debía ser un espectáculo de colores, pero por suerte las luces de las calles no funcionaban bien y la oscuridad me cubría lo suficiente.

—Regresemos, pero debo hacer una llamada durante el camino.

Jungwoo tomó mi mano, alterando aún más mis nervios, y comenzamos a caminar. Intentando disimular mi estado mental, marqué a Yuta.

—Qué miedo, estaba hablando de ti con John y llamaste.

—¿Por qué hablaban de mí?

—De lo horrible que cantaste —un pequeño golpe y el quejido de Yuta resonaron a través del auricular—. Es una broma, hablábamos de tu cercanía con Jungwoo.

El pánico me invadió por completo y observé a mi compañero que aun seguía sujetando mi mano, pero estaba distraído en su mundo y parecía no haber escuchado nada.

—Como sea, tengo algo importante que decirte. ¿Recuerdas nuestra conversación sobre Jaehyun?

—Aun no te perdono que me lo ocultaras, y a ti tampoco, grandote— eso último estaba dirigido a Johnny, y su fuerte carcajada hizo girar a Jungwoo.

—Eso no es importante ahora... Creo que Jaehyun se está alejando de Tae. Estás con Johnny, ¿verdad? Ve a la habitación de Yoonoh y habla con él, por favor.

—¿¡Y por qué yo!?

—Porque a ti tal vez te escuche, Jaehyun no creé lo que digo y Johnny tampoco, así que no puedo pedirle esto a él.

—¿Escuchaste eso? Me quiere más a mí que a ti —sus risas me contagiaron y Jungwoo me observó con curiosidad—. Hablaré con él. Y con Johnny también, déjalo en mis manos.

La llamada terminó, pero un extraño sentimiento de pesar se instaló en mi pecho, ¿por qué sentía que algo saldría mal?

Decidí olvidarme de eso y enfocarme en Jungwoo que ahora me abrazaba mientras entrábamos a nuestra habitación.