18 - Detesto que quiera estar para siempre a mi lado

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—Sigo sin entender, si van a casarse en Chicago, ¿qué estamos celebrando? —preguntó confundido Shotaro.

—Allí contraerán matrimonio de manera oficial, pero ahora están "casándose" y eso celebraremos, porque no estaremos con ellos en Estados Unidos para festejar —contesté, dándole pequeñas miradas a través del retrovisor—. Puedes verlo como una despedida de soltero.

Después de haber dejado a Joy, Taemin, sus parejas y todos sus amigos en el salón, fui en busca de los más pequeños. Kun, ese quien yo creía era mi hermano pero me quitó mi papel de organizador, se aprovechaba de que tuviera una Van y ser el único con el vehículo más grande.

—Jungwoo me envió un mensaje diciendo que estará esperando fuera de su empresa —comentó Jeno, asomándose a mi lado.

—Dile que estamos a tres calles de él.

Mi hermanito asintió y regresó a su asiento, escribiendo rápidamente en su teléfono. Era increíble cuánto había crecido y que ya estuviera a un año de graduarse. Por un momento me sentí viejo pensando de esa forma, así que me concentré en el camino. Una vez frente al trabajo de Jungwoo, él se sentó en el asiento de copiloto y saludó a todos los chicos de atrás.

—Si fueran más pequeños, fantasearía con tener todos estos hijos.

—¿¡Todos!? No, por favor —supliqué, y Jungwoo rió con fuerza a mi lado.

El corto viaje se basó en los chicos y Jungwoo conversando de los novios, la fiesta, el viaje a Chicago y otras tonterías. Dejé a los chicos frente a la puerta del restaurante donde bajaron con prisa, emocionados, sin saber que, en cuanto cruzaran la puerta, los pondrían a trabajar.

Jungwoo decidió quedarse en la Van conmigo, acompañándome al estacionamiento. Una vez el vehículo se detuvo por completo, le entregué el bolso con ropa que me había pedido. Me entretuve un rato observando cómo cambiaba su ropa de trabajo por el traje elegido para la fiesta, pero el intenso rojo de su rostro me indicó que debía darle un respiro.

—Bien, estoy listo —comentó, saliendo de la Van. Cerré con llave y, tomados de la mano, nos dirigimos al restaurante.

Pero a mitad de camino, Jungwoo tiró de mi brazo, deteniendo nuestro caminar. Me vio a los ojos durante unos intensos segundos, sus mejillas se colorearon y finalmente tomó aire.

—¿Qué opinas sobre el matrimonio de Johnny y Ten? Quiero decir... ¿es muy irracional viajar a otro país para casarte?

—Es bastante... romántico. Luchando contra todo para que triunfe el amor. Aun así —le sonreí—, quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, y no necesito de un papel que me lo diga —aunque la idea de casarme con él era mágica, sabía lo complicado que podía ser, así que preferí quitar una carga de Jungwoo al pensar en eso.

—Yo también quiero estar contigo hasta el final —sonrió con dulzura—, y en nuestras siguientes vidas, si así lo quieres.

Mi corazón latió con fuerza y me acerqué a besarlo, intentando, de alguna manera, transmitirle todo el amor que no podía expresarle en palabras.

Continuamos nuestro camino y tuvimos que dejar nuestra burbuja de amor detrás. Ayudamos con todo lo que quedaba hasta que Yuta informó que Johnny y Ten estaban en camino, así que corrimos para ultimar detalles y ubicarnos en nuestros lugares.

Fui el encargado de esperar fuera a los "recién casados" pero no estaba seguro si debía esconderme o qué. Por suerte, Johnny había cubierto los ojos de Ten. Me saludó con un silencioso gesto de la cabeza y yo intenté no reír por la actitud berrinchuda de Ten.

—Al menos esta vez el suelo es más firme —murmuró el tailandés, con los labios abultados.

Abrí la puerta indicándoles a los invitados que mantuvieran el silencio y John y Ten entraron al salón.

Levanté la mano para que todos vieran la cuenta regresiva de mis dedos.

Tres...

Dos...

Uno...














Llegamos al final de Mi Salvación 💕 gracias por acompañarme hasta ahora, espero verlas en la próxima y última historia de esta saga ♡

Les adoro 💖💖💖

Parte 5: Mi Pasado y Mi Futuro

Mi Salvación (#4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora