3 - Detesto que se preocupe tanto por mí

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—Joy, es la tercera vez que escuchamos esta parte de la canción, ¿podrías concentrarte?

—Lo siento, es que es tan hermosa —sonrió, disfrutando la canción—. Pero esta vez sí estuve atenta al cambio de acordes, y los anoté.

Me entregó la partitura con una sonrisa de suficiencia y volvió a colocarse los auriculares, cerrando sus ojos y moviéndose de un lado a otro. Reí en silencio y analicé los arreglos que habíamos hecho. Estaba bastante conforme, por supuesto debíamos ponerlo en práctica y ver si realmente estaban bien.

El teléfono de Joy comenzó a vibrar, sacándola de su trance. Detuvo la música mientras revisaba su celular, momentos después comenzó a juntar sus libretas y lápices con prisa.

—Lo siento, debo hacer unas cosas, ¿mañana a la misma hora?

—Claro, te estaré esperando.

—Nos vemos —sonrió—. Por cierto, hay alguien que parece estar buscándote.

Me giré sobre mí mismo, mirando hacia la puerta. Joy saludó a Johnny quien entró en su lugar y se dirigió hacia mí, tomando asiento donde antes estaba mi compañera.

—No quería interrumpir, por suerte Joy ya se iba.

—¿Estuviste esperándome?

—Acababa de llegar. ¿Cómo estás?

—Bien, ¿qué necesitas? Ve al grano, por favor.

—Tan impaciente como siempre —murmuró, pero quien agitaba su pierna por los nervios no era yo—. ¿Supiste lo que ocurrió con Xiao?

—Sí, Taeyong me habló de eso. Y sí, también me habló de ese "lindo chico" que lo ayudó. Estoy seguro que eso es lo que te preocupa.

—Doyoung...

—Estoy bien —aseguré, cerrando mi cuaderno al fin—. Yo también noté que Jaehyun se siente atraído a Taeyong. A simple vista, es su tipo de chico, pero cuando lo conozca verá que no es como cree.

—¿Quieres que se desilusione?

—Quiero que finalmente se enamore de un chico decente, y creo que Taeyong es el indicado.

—Pero es tu amigo.

—Ambos lo son —sonreí. No podía negar que el pesar en mi pecho se intensificaba cada vez más. Era algo que ya tenía asumido, pero decirlo en voz alta era aceptarlo frente a alguien más—. Estoy mucho más tranquilo al saber que al fin se fija en alguien que no le romperá el corazón por puro placer.

—Cada día me sorprende un poco más tu determinación de fingir que en serio no te duele todo esto —sus palabras fueron acompañadas por una sonrisa triste antes de ponerse en pie y dejarme completamente solo en aquella biblioteca.

Suspiré y comencé a guardar todos mis cuadernos. Estaba cansado de esto, todos pretendían que me la pasara llorando por los rincones y no es lo que quería hacer. Estaba decidido a superar estos tontos sentimientos y poder felicitarlos con sinceridad si comenzaban una relación. Pero todos dudaban de mí, sin saber que eso hacía tambalear mi seguridad.

Regresé a mi habitación, sorprendiéndome de encontrar a Jungwoo en mi cama.

—¿Te escapaste de clase? —dejé mi bolso y me senté en la cama frente a él, tal como me lo indicaba.

—Te dije que me reuniría a estudiar, no que tenía clases.

—¿Y los abandonaste?

—Se suspendió la reunión, pero si no fuera así, aún preferiría quedarme.

Mi Salvación (#4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora