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"-Evan, porque siempre haces todo tan complicado para los demás?.- su madre.

- Porqué estás tan necesitado todo el tiempo Evan? Deja de estorbar y madura.- su padre.

-Eres tan infantil e irresponsable Buckaroo, no sé cómo mi esposo sigue aguantandote.- Athena.

-Debiste haber muerto cuando te aplastó el camión de escalera chico, nos ahorrarías tanto.- Bobby

-Era más fácil cuando no estabas Buck, no tendríamos que escuchar tus tontas charlas sin sentido.- Hen.

-No sabes lo aliviada que estaba Maddie cuando te aislaste, al fin un momento de paz en nuestras vidas.- Chim.

-Eres un egoísta! Haces todo pro ti mismo. No sé como pude confiarte a Christopher. Y eres tan agotador! Nunca te vuelvas a acercar.- Eddie.

-No puedo creer que seas tú el que me está cuidando, jamás debí haberte seguido. Eres el peor amigo que pude haber tenido. Mi coma es tu culpa! Tu me abandonaste! Así como todos te abandonaron.- Rachel.

Todos están mejor sin tí, Evan, es mejor si solo te rindes y te vas."

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Buck se despierta sobresaltado, con una mano en su pecho intentando calmar su respiración.
Mira desorientado a su alrededor dándose cuenta de que está en el hospital, en la habitación de Rachel.

Suspira y se levanta, estirandose mientras camina hacia la ventana, viendo que ya esta oscuro. Ve el reloj en la pared que indica que son las 00:27 am. Vaya, durmió cuatro horas seguidas, nuevo récord.

Mirando hacía afuera, se pone a pensar en su sueño. O mejor dicho pesadilla. Cada palabra, cada voz, hacían que su corazón doliera como nunca. Sabía que era lo que él pensaba de si mismo, pero era más difícil de dejarlo pasar, porque sabía que era lo que todos pensaban de él.

"Eres agotador", vaya, como si él no lo supiera. Eddie no tenía idea de que se sentía así todos los los días de su vida.
Si tan solo supiera el odio a sí mismo que tenía, no se molestaría en decirle nada. Porque no hay nada peor, que lo que piensas de tí mismo.

Suspira otra vez y se frota el cuello, que le duele horriblemente. Se gira y mira con aprensión como su amiga duerme, respirando uniformemente, tan silenciosa y tranquila.
No puede evitar el golpe de soledad que siente de repente. Esta tan solo. Rachel está tan sola.
No por primera vez, maldice a los supuestos padres de su amiga, que ni siquiera se tomaron la molestia de ir a verla luego del accidente, ni siquiera antes.

Inhalando profundamente, se sienta en el alféizar de la ventana y se pierde en los recuerdos.

"Un Evan Buckley, de 13 años, se encontraba sentado en un puente abandonado, mirando el riachuelo debajo.

-No vas a saltar, verdad?- una voz femenina lo asusta. Se gira viendo a una niña, parecía de su edad, con exuberantes rizos y su piel acaramelada, sus ojos de un lindo color avellana.

-No, no lo creo, y tú a que viniste?- pregunta con curiosidad.

-Solo quería caminar a solas un momento, escapar de casa.

-vaya, estamos en la misma.- dice Evan, mientras ella se sienta a su lado y le da la mano.

-Bueno, Soy Rachel Pratt, y tú eres...?-pregunta ella extendiendo su mano.

-Evan Buckley. -contesta mientras estrecha sus manos.

-Un placer no saltar contigo, Evan Buckley.-dice con una sonrisa.

-Igualmente, Rachel Pratt."

Recuerda con cariño cómo se fue formando su amistad desde ese momento, sus encuentros en ese puente cuando escapaban de la amargura de sus hogares, de sus charlas sin sentido, sus confesiones y sus bromas.
Un recuerdo en específico llega a su mente.

"Buck intentaba consolar a una destrozada Rachel, que lloraba a mares como nunca en sus brazos.

-Ellos son mis padres Ev! Como pudieron decirme eso? Se supone que los padres apoyan a sus hijos, no deberían tratar de hundirlos!- exclama ella con dolor en su voz.

-Lo sé Rach, lo sé, no sé cómo se atreven a aplastarte de esta forma.- dice mientras acaricia su cabello.- Pero escúchame bien, no importa lo que ellos digan, lo que hagan o a dónde te envíen, tú haz siempre lo que quieras hacer, si quieres ser bailarina lo serás, si quieres ser empresaria lo serás, diablos, incluso si quieres ser luchadora de zumo lo vas a ser.-el suelta una risita cuando ella lo golpea juguetonamente.- Lo que quiero decir es qué, a pesar de que no tengas su apoyo, tú vas a ser lo que quieras ser, ok? Eres increíble, eres talentosa y la chica más valiente que conozco, lo que te propongas lo vas a lograr, porque es lo que eres, y siempre tendrás a tu mejor amigo apoyándote en todo lo que hagas.- ella se separa y lo mira con una temblorosa sonrisa.

-D-De verdad crees eso?

-Absolutamente Rach, eres la mejor.- dice mientras le da un fraternal beso en la frente y la abraza.

-Te amo Ev, muchas gracias.- dice ella con tanta sinceridad y gratitud.

-Siempre."

Ama tanto a su amiga, y no entiende como a alguien tan maravillosa le pase esto. Ella merecía triunfar en su vida, merecía ser feliz a su manera.

Es tan triste. Tan injusto.

Pero él no se dará por vencido, su amiga va a despertar, y mientras eso pase, él va a estar cuidándola, estará ahí para ella como siempre debió ser. Y ella va a despertar, porque sabe que ella tampoco se va a rendir, nunca lo hizo y no lo hará ahora. Porque es tan fuerte como nadie que Buck conozca.

Porque Buck no sabe que hará si ella se rinde.

Sabía...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora