Eddie se queda estático en su lugar, su mente reproduciendo lo que acaba de pasar.
Los ojos de Buck llenos de lágrimas no derramadas, su voz temblorosa...El había causado eso?
-Eso fue muy duro Eddie...- dice Chim, con un toque de inseguridad en su voz, mirando hacia donde se fue Buck.
-Lo sé...- quiere decir.- Lo lamento.- sabe que no es a Chim a quien tiene que decirle las palabras.- sólo.. necesito estar solo.- se dirige al gimnasio.
Hen, que había visto como Buck prácticamente corrió al baño, se acerca a Chim mientras Eddie se iba, haciendo una cara interrogativa.
-No se, yo...estaba bromeando con él y Eddie simplemente..se enojó y lo acorraló contra el camión, él...-traga nerviosamente al ver la expresión enojada de Hen.- le dijo cosas muy...duras a Buck.
Hen suspira, esos idiotas la sorprenden cada vez más.- donde está Buck?- Chim señala el baño de hombres, ella sin inmutarse entra, llamando a su amigo.- Buckaroo?
El silencio la recibe, estaba por decirle que esperaría afuera, pero escucha un quejido proveniente del último cubículo.- Buck se que eres tú, voy a entrar, okay?- y sin esperar respuesta entra, jadeando cuando ve al hombre frente a ella.
Buck estaba temblando, con el rostro manchado de lágrimas secas y dando bocanadas de aire, claramente sin poder respirar adecuadamente.
Un ataque de pánico.
Rápidamente Hen se arrodilla frente a él y toma sus manos con firmeza.- Buck, tranquilo si? Respira a la par mía, eso es, adentro y afuera.-pone la mano de Buck sobre su corazón, inhalando y exhalando para que el la siga.- eso es cariño, tranquilo, inhala...y exhala.
Un momento después, Buck se suelta del agarre de Hen y se limpia el rostro, sorbiendo por la nariz.- Eso es Buckaroo. Como te sientes ahora?
-Estoy...estoy bien.- inhala lentamente y suspira, soltando sus manos del agarre de Hen y se limpia las lágrimas que cayeron por su rostro.-no deberías estar aquí... conmigo.
Hen lo mira atónita, sin poder (ni querer) creer lo que su amigo acaba de decir.- Buck...por supuesto que voy a estar contigo, acabas de tener un ataque de pánico, en el baño de la estación, solo.-.
Buck se burla, con una sonrisa fea en su rostro, sus ojos tan amargados y cansados como se sentía desde hace meses.- no es la primera vez, Hen. No te preocupes por mí, ya pasé por esto miles de veces, puedes irte ahora.
Ella no puede entender cómo alguien, Buck, de todas la personas, puede tener esa expresión tan desolada en su rostro. Nuevamente se pone a pensar en cómo no ha visto sonreír a Buck en lo que parecen años.
-Cuando cambiaron tanto las cosas?...cuando cambiaste tanto Buck?- sus pensamientos giran en espiral mientras observa como su compañero se recompone. Ella intenta buscar las palabras adecuadas para decir en este momento, pero no logra encontrarlas.
Así que observa en silencio como él se levanta, se lava la cara, y como si nada, le dice "gracias por la ayuda" y sale a enfrentar su día. Sólo.
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Buck sale del baño y se dirige a seguir con sus quehaceres. Por fuera tiene una expresión neutral, indiferente. Pero sus pensamientos le están pesando.
-Estúpido, torpe, como se te ocurre tener un ataque de pánico en frente de Hen?! En frente de Eddie!.- mete con furia el trapeador en el balde y procede a limpiar el piso.- Buena manera de hacer que todo mejore Buckley, a este paso harás que se harten de tí.- "Si no es que no lo han hecho ya".- Como siempre, esa oscura voz haciendo presencia.
Suspira y se dedica a limpiar toda la estación, en su solitario presente, descubrió que limpiar y cocinar en exceso calma su ansiedad. Cada vez que se siente inquieto, agarra cualquier artículo de limpieza y comienza con su labor. O simplemente se pone a amasar y armar galletas, muchas veces dándose cuenta demasiado tarde de la cantidad que ha hecho. Se las regala a sus vecinos o a las enfermeras de la recepción del hospital.
Casi dos horas después, suena la alarma. No es una gran llamada, solo un niño atrapado en una plataforma alta. Se le dió a Buck la tarea de bajarlo, es el más propenso a darle confianza y seguridad a los niños. La segunda llamada del día es de un pequeño incendio en una cabaña, por suerte no se propagó, así que en menos de 40 minutos pudieron apagarlo y seguir con su turno.
El día se baso en llamadas pequeñas y sin mucha dificultad.
Hen había tratado hablar con el, pero intento evitarla sin ser demasiado obvio, hasta ahora le había funcionado. Chim parecía distante, casi inseguro a su alrededor. Eddie estaba extraño, no le había hablado en todo el día, lo que no es nuevo, pero ni siquiera lo había regañado ni tirarle sus comentarios crueles, quiere creer que no tiene nada que ver con el incidente de la mañana.
Ya al final del turno, se dirige al vestuario, y cuando ve la hora se da cuenta de que no había llamado para saber de Rachel en todo el día.
Se cambia rápidamente, intentando llegar al hospital y ver a su amiga un rato antes de volver a casa. Sale del vestuario y se dirige apresurado hacia el estacionamiento, pero sus planes se ven frustrados cuando Bobby lo llama.
-Buckley!.- se detiene abruptamente y se gira para enfrentar a su capitán.
-Si Cap?-.
-A dónde vas tan rápido? Escuché que estuviste muy distraído con tu teléfono, y te he visto varias veces con él en la mano, no me interesa si tienes una nueva novia o lo que fuera, pero no quiero que vuelva a pasar, pensé que entendías lo serio que es este empleo, digo, demandaste por no poder volver a él.- eso fue bajo, y cruel, siente su garganta apretarse y sus ojos arden. Asiente y solo logra una pequeña disculpa en voz baja, sin embargo, Bobby aún no había terminado.- No quiero ninguna desconcentración o distracción de mis bomberos, entendido? Que sea la última vez.- con eso, Bobby vuelve a subir, encerrandose en su oficina.
Buck cierra los ojos e inhala profundamente, tratado de mantenerse unido. Se da vuelta para volver a su auto y se encuentra a Hen, que lo miraba con angustia.
-Buck... estás-estas bien? Podemos hablar?- ella lo mira esperando una afirmación. El sabe que debería hablar con ella, pero no puede hacerlo, no ahora.
-Lo siento, pero debo irme, tal vez más tarde.-con eso, le da un asentimiento y se dirige hacia su auto de una vez, se sube y lo enciende. Cuando se da cuenta de que Hen se dirige a él, arranca y emprende camino hacia el hospital. No está listo para una conversación.
