XII

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Ah~ el fin de semana era un soplo de aire fresco luego de una semana de exorcismos en la U. A. Por fin podría acostarse en la tranquilidad de su cama y relajar el cuerpo, o eso pensaba hacer antes de que su hermano entrara a la habitación buscándola para no sé que cosa.

— Tsumi, tenemos que hablar.

Blanqueo los ojos, siempre le gustaba hacer bromas para su canal en YouTube o hacer el dramático por nada.

— Yo no me comí el chocolate que te trajo tú novia Takeshi, ese fue papá.

— Espera... ¿Cuando estuvo Scar aquí?

Cierto, era sorpresa lo que ella estaba preparando. Pero Takeshi era idiota, dudo que se de cuenta.

— Pasó por acá mientras estabas en natación, dijo que estaba de paso.

Entró del todo a la habitación y se sentó a un costado obligandome a que hiciera lo mismo.

El silencio se apoderó de la habitación. El aire acondicionado proporcionaba una frescura artificial y, aunque el clima esté algo frío en la madrugada, yo no podía dormir sin el. Algo extraño.

El ruido del televisor en la sala confirmaba la presencia de mamá y papá en casa por el simple hecho de estar viendo una pasarela de moda en París.  Habían surgido un par de inconvenientes y ninguno pudo asistir, se puede decir que estaban muy entusiasmados pero son cosas que no esperaban.

— Sabes que te quiero mucho, ¿cierto?

Su voz se escuchaba apagada y se negaba a mirarme, parecía asustado.

— Me lo haces saber siempre, Take. ¿Anda algo mal?

El se quedó en silencio y negó. Algo andaba extraño, a pesar de su actitud algo retraída y arisca, Takeshi es un amor y alguien bastante sensible. Y que se encuentre de esta forma me provoca incertidumbre sobre mí hermano. El simple hecho de que me buscara solo para esto me preocupa.

Me acerqué más a él y le pregunté algo atemorizada, con la voz temblando y el corazón a mil: — ¿Te vas a suicidar?

Él parpadeó algo atontado y negó mientras revolvía mi cabello con ternura. — No, tengo cosas que hacer. Proteger a mi hermanita de un perro rabioso entra en mis objetivos de vida.

Ambos conversamos por un rato, a veces olvidaba que somos una familia muy sentimental. Somos demasiados unidos, y que uno esté lejos del otro nos causa gran dolor. Y eso me recuerda a mi que he dejado de pasar tiempo con ellos, lo hago, pero no el que debería.

Lo compensaré, lo juro.











— ¿Kaminari, qué haces vestido como si fueras a la guerra?

— ¿No íbamos a jugar a la guerra...?

Nos miramos un rato y rompimos en carcajadas, este chico es tan impredecible que lo amo.

Mamá lo hizo pasar dentro para que se cambiara. Entablaron una conversación rápidamente y subí a buscar mi bolso para salir cuando él esté listo.

Una vez lo tuve en manos me dispuse a salir pero una perla azul me llamó la atención. Era hermosa y parecía que era como un fuego encandecente, era muy linda.

La tomé e inspeccione con atención. No recordaba que la hubiera comprado o alguien me la obsequiara. Posiblemente Takeshi mi la dejó, luego le agradecería.

La guardé en la gaveta de mí escritorio y bajé las escaleras trotando. En la sala, mi familia conversaba animadamente con Denki, incluso mi hermano. Esta comprobado, Kaminari es Cristo.

━━ 𝘚𝘵𝘦𝘢𝘭 𝘮𝘺 𝘨𝘪𝘳𝘭 ❧ 𝘉𝘢𝘬𝘶𝘨𝘰 𝘒𝘢𝘵𝘴𝘶𝘬𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora