Capítulo 5

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Harry Gútierrez.

— ¿Es en serio?

— Tampoco fue mi mayor placer saber quién era — respondo.

— ¿Me puedes volver a explicar por qué trabajas hay?

— Un gusto.

— Eres millonario; tienes grandes cadenas de hoteles, restaurantes y además de ello te asocias con mafiosos — contesta sentando se a mi lado — ¿Para qué sigues en un trabajo que no es nada para ti?

— Ya te dije, un gusto — contesto sincero — todo lo que mencionaste lo tengo por mi esfuerzo y trabajo pero aún así siento la necesidad de seguir con mi vida cotidiana aunque ya no lo sea.

— Realmente no entiendo pero si te gusta esta bien.

No respondo solo me levanto de la cama y me dirijo al baño.

Me doy una ducha reconfortante sintiéndome más aliviado.

Al salir veo a Dakota dormida en la cama y decido no molestarla.

Dakota es mi hermana menor, está pasando por algunas cosas últimamente, no quiere estar en su departamento y como mi casa es grande dejo que se quede aquí sin problema alguno.

Voy hacia mi habitación y me encierro en ella acostando me en la cama.

— ¿Por qué siempre tienes que ser tan terca?

— Solo digo la verdad — responde mi madre.

— ¡Me tienes hasta el límite!

— ¡Mátame!, Hazlo ¿Eso quieres no?, Pues hazlo.

— No me tientes Casandra.

— Te da igual tomar tú arma y dispararme justo en la cabeza entonces ¿Por qué no lo haces?

Las discusiones de mis padres se repiten una y otra vez en mi cabeza dejándome incómodo, intento dormir pero recuerdos siguen en mi.

— ¡Eres un infeliz! — contesto cabreado.

— ¡Ella se lo busco!

— ¡Hijo de puto mataste a mi madre! — respondo golpeándolo con la mesa — ¡Le arruinaste la vida a Dakota como me hiciste a mi!

Este se logra liberar de mi agarré. Tomó el arma que tenía en mi cintura y la cargo.

— Hazlo y así demuéstrame que eres igual a mi.

— Te equivocas, no soy igual que tú y si lo hago es porque diste una razón más a la lista — contesto antes de disparar y perforar su cráneo haciendo que caiga al suelo derramando la sangre en su propia oficina.

— Hey — escucho a Dakota.

Abro los ojos y está todo oscuro, lo único que ilumina la habitación es una pequeña lámpara.

— ¿Qué pasa ? — pregunto mirando mi al rededor.

— Estabas teniendo pesadillas otra vez — contesto sentando se a mi lado.

Me siento en la cama y siento un calor de infarto, me pongo la mano en la frente y estoy empapado en sudor.

— ¿Fuiste tú cierto?

¿Sexo o Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora