DEACON
Hacer el amor con Bonnie se ha vuelto mi pasatiempo favorito. No dejo de buscarla en todo momento, no dejo de buscar sus labios y de tocar su piel. No puedo soportar estar lejos de ella, en definitiva. El único momento en el que no pienso en ella es cuando juego al baloncesto, porque me concentro muchísimo en encestar y no tengo tiempo de nada más. De todas formas, ver a Paul me trae los recuerdos de su ex novia. No hemos hablado con él desde hace semanas, y apenas nos mira. Nos rehúye, nos ignora. Por eso sé que acercarme a él no será buena idea, pero a pesar de eso lo hago.
-Paul -le llamo cuando el entrenador nos da unos minutos de descanso.
-Ni se te ocurra acercarte a mí, Deacon -me advierte dando pasos hacia atrás.
-¿Puedes escucharme un segundo?
-No. No hablo con traidores de mierda.
Le agarro del brazo y le obligo a que me mire. Me mira con los ojos entrecerrados, y está claro que no quiere ni verme. Pero tiene que hablar conmigo, al menos tengo que pedirle perdón. Se suelta de mi agarre, pero no se va. Se queda quieto esperando a escucharme.
-Primero de todo quiero pedirte perdón. Bonnie y yo queremos.
-Sí, claro -bufa cruzándose de brazos.
-No te voy a decir que fue sin querer porque no es verdad -comienzo diciendo-. Bonnie está enamorada de mí desde hace meses, mucho antes de que empezaseis hablar. Salió contigo porque de verdad le gustabas, en serio. Todo fue culpa mía porque me puse celoso de cojones. Entonces la besé un día. Y ella estaba enamorada de mí, así que me respondió. Pero no quiere hacerte daño, de hecho quiere hablar contigo.
Desvía la mirada y no dice nada durante unos segundos.
-Tú sabías lo que me gustaba Bonnie.
-Lo sé, pero creo que gustar no es suficiente. El amor que sentimos el uno por el otro es mucho más grande que eso. Siento decírtelo así, de verdad -le digo.
De verdad siento lo que le hicimos.
-Estar enamorados no os da derecho a hacerme daño -dice agachando la cabeza.
-No estoy enamorado de ella.
-Ya, claro -se ríe sarcásticamente-. En todas estas semanas he podido observar a lo lejos cómo le miras. Te la comías con los ojos, pero aparte de eso la mirabas como si fuera un tesoro. Estás enamorado de ella hasta las trancas, tío. Es muy raro que no te hayas dado cuenta.
Lo pienso durante unos segundos. ¿Estoy enamorado de ella? A veces tenemos que hacernos preguntas a nosotros mismos para encontrar la respuesta, y me parece que yo me hago muy pocas preguntas.
-¿Nos perdonarás algún día? -le pregunto ignorando sus últimas palabras.
Vuelve a desviar la mirada y parece que lo piensa durante unos momentos.
-Quiero hablar con Bonnie antes -dice.
Asiento. Antes de que podamos decir nada más, el entrenador nos llama para que volvamos. Nos pasamos las siguientes dos horas jugando, y cuando nos duchamos voy a clase de matemáticas. Me siento al lado de Bonnie y me sonríe distraídamente. Está copiando unas fórmulas que la profesora está dando. Le doy un beso en la mejilla y saco la libreta. A nosotros se nos está permitido llegar unos minutos después por el tema de los entrenamientos, así que la profesora ya está dando cosas que no pillo. Pongo la vista en la libreta de Bonnie y copio todo lo que tiene copiado. Fijo los ojos en su perfil. ¿De verdad estoy enamorado de ella?
-He hablado con Paul. Quiere hablar contigo -le susurro.
Me mira con sorpresa.
-¿De verdad?
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UNFAIR. (Terminada)
RomanceInjusto. ¿Qué es injusto? Injusto es enamorarse de un chico prohibido. Y esta vez no me refiero a uno de mala vida que me trata como si fuera una mierda, no, realmente me refiero a uno que es todo lo contrario que eso. Es atento, amable, de buenos h...