UNFAIR. (Terminada)

ONE-SHOT I.

Admito que no me esperaba la gran acogida que
está teniendo la historia, pero me hace muy, muy feliz que
muchos de vosotros podáis disfrutarla y que os guste tanto como me gustó a mí
escribirla. Espero que, aunque sea por un momento, os deje escapar de
todos esos problemas que todos tenemos.

A petición, publicaré varios relatitos cortos de ellos para que
no os quedéis sin los personajes tan maravillosos. Un besazo.

Muchísimas gracias, de corazón.
—La autora❤️

BONNIE

No os metáis a la universidad. Os lo aconsejo. Porque es un agobio que no os merecéis sufrir.

En fin. Es lo que toca. 

Cierro el libro y me echo hacia atrás en la silla, pasándome las manos por el pelo, porque las ganas de llorar es tan real como yo misma. ¿Cómo pueden mandarme cinco temas para estudiarme? ¿Estamos locos? Suspiro y me levanto de la silla, y comienzo a darme vueltas por la habitación saltando y hablando, para relajarme. No puedo salir de la habitación sin saberme los cinco temas enteritos y con cada punto y coma. 

Tocan al timbre justo cuando voy a sentarme de nuevo para seguir estudiando, y respiro hondo para no alterarme. Estoy un poco agobiada, creo que se nota. Igualmente salgo de la habitación y voy hacia la puerta, acariciando a mi dulce Luna de paso. 

Sin echar un ojo a la mirilla siquiera, abro la puerta y me encuentro de frente con Camille, mi mejor amiga. Las cosas cambian muchísimo con el tiempo, y he conseguido encontrar a alguien que de verdad merece la pena, no como la innombrable, que por supuesto ni tiene cabida en mi pensamiento. 

Entra como un torbellino y me saluda cuando ya está sentada en el sofá y acariciando a la bolita blanca que es Luna. 

—¿Qué haces? —pregunta.

—Estudiando, que es lo que deberías hacer tú.

—Ah, sí, eso, el examen del lunes. Ya me lo estudiaré.

Ruedo los ojos y me siento a su lado con un suspiro.

—Estoy destrozada —admito—. No quiero estudiar más.

—Vengo a darte la solución, amiga mía —sonríe maligna—. Es el cumpleaños de Brooke y lo celebra esta noche en un bar con casi toda la clase.

—Sabes que Brooke y yo no nos llevamos precisamente bien —digo con el ceño fruncido.

—¡Pero es una fiesta!

Me río y niego.

—No digas tonterías, Camille. No vamos y ella ni nos verá. Es una excusa para salir, en realidad, sabes que me encantan.

Camille es maravillosa, os lo aseguro. Es alegre, fiestera, pero muy confiable. Es la amiga perfecta y yo la adoro.

—No puedo, de todas formas. Me quedan dos temas que empollarme y repasarlos todos, y eso no se hace saliendo de fiesta, te lo aseguro.

—Ya estudiarás mañana. Dúchate, que te preparo un modelito. ¿Vendrá Deacon?

—Qué va —digo con una mueca—. Está en casa de sus padres este finde, porque su tía cumple años.

—¿Y cómo que no has ido?

—El examen, Camille, ¡el examen!

—Ah, sí, eso.

Se levanta y se va corriendo hacia mi habitación, y yo no puedo evitar reírme con ganas. Es verdad que debería quedarme estudiando, pero la verdad es que salir no me vendrá nada mal. Así que le hago caso y me ducho, y justo cuando salgo recibo una llamada. Lo descuelgo sin dudarlo y sonrío aunque no me vea.