El chico de la cafetería [Junjou Romántica]

Capítulo 1: Aquel pequeño castaño

Ahí se encontraba de nuevo, un peliplata parado frente a lo que parecía ser una cafetería algo rústica con un toque elegante, con un letrero al lado de la puerta que decía el menú del día, era la segunda vez en la semana que venía a este lugar, ¿Porqué venía aquí?, la respuesta tiene nombre, Misaki.

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Hace una semana

Akihiko salía de una reunión en su editorial, estaba cansado, odiaba las reuniones tan temprano, tenía que llegar a casa para poder terminar con un manuscrito que su editora demonio le pidió para ese día, pero antes de poder continuar con su camino, un olor a pastel de fresa lo detuvo, olía delicioso, decidió seguir ese olor y llegó al lugar, una hermosa cafetería, se quedó maravillado por el olor, debido a la reunión no había comido algo durante el día, así que decidió entrar para comer algo, pero antes de hacerlo, un golpe directo en la cara lo sorprendió, la puerta de la cafetería se abrió de repente y le golpeó en su cara, cayó en la acera y tocó su cara con dolor.

—¡Auch!, duele bastante...—

—¡Lo siento mucho!, ¿Se encuentra bien?—

Fue ahí cuando lo vió, un hermoso castaño de ojos esmeralda que le miraba con mucha preocupación puesto que aún seguía en el suelo, el castaño le dió la mano para ayudarlo a levantarse y así fue, el castaño pidió disculpas y le invitó a comer adentro de su cafetería, porque sí, el castaño era el dueño de ese lugar, el peliplata aceptó embobado, no estaba poniendo atención a su entorno, pues la imagen del castaño ojiesmeralda no se iba de su cabeza.

Desde ese entonces Akihiko lo supo, se enamoró del castaño, aunque no podía creerlo, nunca en su vida pensó en el amor, siempre estaba pensando en sus trabajos y novelas, que nunca se dió tiempo para el amor, pero está vez no iba a permitir que el trabajo se interpusiera entre esta nueva oportunidad de amor.

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Dos días después del primer encuentro con el castaño, fue de nuevo a la cafetería, junto con su laptop, según lo que había visto, en la cafetería podías trabajar, lo cuál era una excusa perfecta para venir cuántas veces quisiera, la última vez no pudo saber el nombre del castaño, así que en esta ocasión le preguntaría su nombre y quién sabe, tal vez hasta lo invitaría a una cita.

Llegó a la cafetería y pudo verlo, el castaño estaba en el mostrador, con su uniforme, una blusa blanca de mangas largas, un mandil verde con un girasol en el centro, y unos pantalones negros, el castaño estaba atendiendo a una chica, por lo que no pudo notar la presencia del peliplata.

Akihiko tomó asiento en una de las mesas y sacó su laptop, aunque sólo para disimular, pues toda su atención estaba puesta en el castaño, cosa que no pasó para nada desapercibida por un pelinegro que estaba al lado de Misaki en el mostrador.

—Misaki...ese tipo no deja de mirarte, ¿Será que quiere que tomes su orden?—

—¿Eh?, Ah, claro, no te preocupes Nii-chan, iré enseguida, quédate aquí—

Misaki fue directo a la mesa de Akihiko, y fue ahí en donde el castaño lo reconoció, ¡Era el hombre que golpeó por accidente!, Misaki pensó que el peliplata aún seguía enojado, pues aunque Misaki ya estaba en la mesa, Akihiko no le dirigía la mirada, al contrario, estaba con la mirada baja.

Por su parte, Akihiko estaba bastante nervioso, ¡El hermoso castaño estaba delante de él!, ¡Iba a poder hablarle!, parecía un sueño hecho realidad, su pensamiento se borró en cuánto escuchó la voz del castaño.

—Disculpe...¿Puedo tomar su orden?—

—¿Eh?, Claro...quiero un pastel de fresa y un café americano—

—Entendido, ¿Algo más?—preguntó el castaño un poco nervioso, aún no estaba acostumbrado a pedir las órdenes.

—Si, quiero algo más, quiero saber tu nombre, pequeño castaño—dijo Akihiko mirando a Misaki a los ojos.

Misaki se quedó impactado por esa petición, así que lo único que pudo decir fue:

—M-misaki, mi nombre es Misaki—

Y después de eso, el castaño se fue al mostrador, estaba bastante nervioso, ¿Y quién no?, no todos los días un peliplateado apuesto te pide tu nombre.

Akihiko estaba feliz, al fin sabía el nombre de su pequeño castaño, Misaki...flor hermosa...pensó

Después de que otro chico le trajera su orden, comió despacio, pues quería seguir observando al castaño, quién al parecer sólo se dedicaba a estar en el mostrador (y a veces en la cocina), Akihiko estaba encantado con el castaño, verlo trabajar era algo magnífico, sin darse cuenta, ya era de noche, ¡había pasado todo el día ahí!, pagó la cuenta y se fue, no sin antes darle una última mirada al castaño.

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Actualmente

Akihiko estaba dispuesto a entrar, tenía un objetivo para ese día, invitar al castaño a una cita, era lo único que haría, no podía esperar, desde el día en que lo conoció, quedó maravillado con su belleza, aunque las inseguridades lo estaban matando, ¿Y si no le correspondía?, Pues lo enamoraría.

Entró a la cafetería y lo vió de nuevo, al castaño tomando la orden en una mesa cercana, se veía bastante feliz, al contrario del peliplata, quién a pesar de estar emocionado por ver al castaño, su cara estaba horrible, producto de no haber dormido por dos días pues tuvo que terminar un manuscrito.

La cara del escritor pasó desapercibida por muchos, exepto para el castaño, al verlo, de inmediato se preocupó y se dirigió al peliplata quién ya se había sentado en una de las mesas.

—Señor...¿Se encuentra bien?—

—No te preocupes, estoy bien, gracias por preocuparte por mi Misaki—

—¿Desea algo?—

—Hay algo que deseo, y quiero que lo sepas...—

El castaño estaba extrañado, pero intrigado, así que decidió preguntar.

—¿Que es lo que desea señor?—

Pero no hubo respuesta, el peliplata cayó dormido en la mesa de la cafetería, Misaki se rió un poco mientras iba por una manta azul llena de ositos a la sala de descanso y la ponía encima del peliplata, el castaño le dijo a su hermano que por ahora tendrían un huésped, no sabía su nombre aún, pero el castaño ya se había encariñado con él.

♡ Intento #1 de invitar a Misaki a una cita: fallido ♡

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Pobre Akihiko, ni modo, para la próxima será...¿o no?
Cuidense mucho ♡

Recuerden revisar muy bien las puertas de cualquier lugar antes de entrar si no quieren recibir un golpe, a menos que quieran encontrar al amor de su vida...

☆Dei☆