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—¿Podrías solo callarte? —repitió la petición casi gritando—. Necesito dormir. —vociferó. Renjun dio un brinquito en su lugar por el inesperado grito.

—Está bien, no te molesto más.

JaeMin suspiró aliviado.

—Pero, ¿Cómo te llamas?

JaeMin volvió a abrir sus ojos y se levantó de la cama quedando sentado. Inspeccionó al joven con una mirada seria que volvió nervioso al chino.

—Me llamo JaeMin.

—Oh, Jimin, qué lindo nombre. —sonrió.

—No, Jimin no, Jae-Min. —irritado, separó las sílabas de su nombre.

—Suena igual. —sonrió nuevamente.

—No, mi nombre tiene a y e y se pronuncia e con un toque de la a.

—De acuerdo, JeMin.

—¡No! Ahg, olvídalo. Ahora déjame dormir —volvió a recostarse—. Y si vuelves a hablar te juro que te saco de aquí.

RenJun hizo un gesto de disgusto y continuó sacando sus cosas, acomodando sus ropas en el clóset que ambos debían compartir. Para su mala suerte, ese clóset estaba lleno de ropa del sujeto desagradable.

Con mucho miedo, se acercó hasta JaeMin rodeando su cama, se colocó de cuclillas y picó su hombro. Jaemin abrió sus ojos de golpe causando un susto en RenJun y por ende, este calló al suelo sentado.

—Perdón —dijo levantándose—. Necesito que quites ropa tuya de ahí para poder poner la mía también.

Na lo observó levantarse y segundos después, hizo lo mismo. Oh, el coreano es muy alto. Eso ahora le daba más miedo, pero no debía temer, tenía que ser valiente.

Carraspeó y caminó detrás de este, estableciendo ningún porcentaje de espacio entre JaeMin y él, quien ahora retiraba algunas de sus prendas tranquilamente y las tiraba al sofá.

—Aléjate. —dijo ladeando el rostro y acercándolo al de RenJun. Con una sonrisa, Huang giró sobre sus talones y dió dos pasos pasos laterales con la manos tras su espalda. JaeMin continuó con lo suyo por unos minutos mientras RenJun lo observaba.

No era incómodo para él que alguien lo mirara, estaba acostumbrado tanto de acosadores como de personas normales, y RenJun era un intermedio, una persona rara sin segundas intenciones. Los acosadores buscaban afectar su reputación aún más de la que ya estaba, aunque no era tan mala, tampoco es que fuera un chico malo, nada de eso. Más bien, su defecto es que suele ser muy directo con las personas y eso les cabrea a demasiadas y por término buscan una venganza contra Na.

Las personas normales, eran las chicas que andaban detrás suyo en busca de una cita o algo parecido que tenga que ver con el amor o noviazgo. No le gustaba, menos se consideraba asexual, tan solo le aburría. Lo que menos le agradaba era que no solo eran chicas, sino también chicos y para ser sinceros, a ambos en general ignoraba, no conseguía tener la confianza en nadie.

Luego estaba RenJun, el intermedio de ello. Menos le gustaban las personas intensas y parlanchinas, tal y lo que a Huang RenJun le caracteriza.

shut up!    [renmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora