Al regresar del día de Camping, Alicia tiene más preguntas e incertidumbre respecto a Salvador. Él los acompaño hasta la casa y luego se marcho algo nervioso. Sabiendo que debería buscar la manera de seguir cerca de Alicia sin levantar sospechas sobre su pasado ni de su necesidad de cercanía con la joven. Para ella, era obvio que él ocultaba más de lo que decía, pero por lejos, sospechaba con su teoría número uno.
Decidida a buscar respuestas, al día siguiente, se dirige con Otis nuevamente al centro del pueblo para buscar a la señora de la plaza, aquella que se había ido despavorida al ver al can. Pero como era de esperar, no tuvo suerte. La mujer no estaba en el lugar. Al igual que aquella señora, también parecía que a Salvador se lo había tragado la Tierra.Pasaron más de diez días sin saber de él. Aunque Otis, durante la caída del Sol, se paraba frente a la ventana, observando el camino lateral que conducía al bosque y simplemente movía la cola.
Los días se le hicieron largos a Alicia, ya que en poco tiempo se había acostumbrado a la compañía de su misterioso amigo.Las pesadillas comenzaron a hacerse presentes nuevamente. Ya, como por arte de magia, Alicia se hacía inmune a las mismas. Pero algo le llamaba demasiado la atención. En aquellos sueños perturbadores, solo sentía paz. Una mañana, al despertar, comenzó a anotar detalles marcados de sus sueños. Por ejemplo; en uno resalto que Salvador junto a Otis, se despedía de ella con un atisbo de tristeza. Sin mediar palabra. Pero a diferencia de sentir dolor, ella solo aceptaba su partida. También había anotado un detalle no menor.
En medio de una tarde lluviosa, una mujer de unos setenta años, golpeaba su puerta y al verla le agradecía por traer de nuevo a su hijo, y se marchó. Una mujer que jamas había visto en su vida.Cuando despertó de ese sueño, recordó aquella conexión que tenía con el más allá, cuando estaba en casa de su tía. De la cual era prisionera desde pequeña. ¿Sería el comienzo para develar algo de lo cual no encontraba respuestas concretas?
Pero ella pasaba por alto el hecho de que todo tenía que ver con todo.
Luego de varios días en soledad, vuelve al centro del pueblo. Mientras caminaba con Otis, como solía hacerlo casi a diario, puede ver que de un negocio sale aquella mujer que buscaba con ansias.
-¡Oiga!, señora.. ¡si, usted! Espere. Por favor. Necesito hablarle.-
Al verla, la mujer nuevamente intenta escapar de ella. Pero Alicia se dio carrera hacia aquella mujer para persuadirla... y lo logra al fin.
-¡Por favor! Son solo unos minutos. Necesito preguntarle algo.-
La mujer para, y accede a hablar con Alicia.
-No tengo mucho tiempo.- mirando con incertidumbre a la joven y a el perro a su lado,- De todos modos, creo que no soy yo con quien deberías hablar. Las respuestas que buscas no están acá en Lago Escondido. Quizá debas viajar un pueblo más al Sur y buscar a Doña Rosa Pierri.-
-Pero... aún no le pregunté nada. ¿Como sabe por donde viene mi curiosidad?-
La mujer, se inclina y acaricia a Otis muy tiernamente.
-No hace falta. ¿Él es Otis verdad?-
-¡Si! Le pregunte hace algunas semanas si era suyo o si conocía a sus dueños. Pero usted negó hacerlo. ¿Por qué me dice esto ahora?-
-Mi nombre es Amalia. Y se que va a sonar loco lo que voy a decirte, pero...creo que conocí a su dueño.-
-¿Como? ¿Usted sabe quien es su dueño? Pero...¿ que tiene que ver que vaya al siguiente pueblo a buscar a esa señora, Rosa? ¡Es algo loco pensar que Otis se haya venido desde allá!-
-No puedo decirte más nada. Perdón. Creo que estoy algo confundida. Pero, este perro es idéntico al que tenia, mi novio. ¡Perdón, pero debo irme!-
Y sin más, se fue dejando a Alicia con más preguntas aún.
Su cabeza ya se estaba convirtiendo un un armador de rompecabezas, donde obviamente faltaban más piezas de las que podría tener.
Esa noche se le ocurrió que quizá, si aparecía Salvador, podría acompañarla al pueblo siguiente a ver a esa tal señora Rosa Pierri.
¡Si! Para cualquier persona, viajar de un pueblo a otro solo por curiosidad de saber quienes eran los dueños de un perro que apareció de la nada, sería por demás una tontería. Pero aquí no se trataba solo de Otis, sino también de lo que ella soñaba, la aparición de Salvador, sus pocas explicaciones y respuestas a las preguntas de la joven.. la casa extraviada del mismo, lo misteriosa que se portaba Amalia al ver al can. Eran muchísimas las cosas que impulsaba a Alicia a averiguar quien era Rosa Pierri y que conexión tenia con todo lo que le estaba ocurriendo desde que llego al Lago Escondido.
Al esperar por Salvador durante algunos días más sin resultado, decide ir sola al pueblo siguiente. Y así, marchó una mañana dejando a Otis en la casa. Sin saber que le depararía, y sin nada que perder, solo, decidió irse..
Solo un dato concreto tenía, un nombre: Rosa Pierri. Y en busca de esa señora, emprendió el viaje. No sabía dónde ubicarla ni cómo. Pero como todo pueblo, es algo pequeño y de seguro podría dar con ella sin problemas.
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"La chica de la colina"
Short StoryUna muchacha tranquila, introvertida. Con un secreto que la marca desde niña. sus decisiones la llevan a quedar parada frente a dos realidades, una existente y la otra, quizá solamente dentro de su cabeza! Una vida llena de misterio y dolor. Un amor...