Capitulo 9 - Aqui estoy-

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Como en una postal llena de nostalgia, dolor, incertidumbre y también amor, allí en el suelo de esa húmeda casa, quedaron sentados Alicia y Salvador, junto a ellos, Otis. Quien era el nexo entre ambos mundos, que ahora, ya era uno solo.
Luego de un largo rato, Salvador vuelve a disculparse con la joven explicándole que jamás fue su intención hacerle daño.

-¡Lo se!- exclamó Alicia- Como también sé que en este corto tiempo te convertiste en mi único amigo real. Desde muy chica mi vida jamás fue normal. Siempre temerosa por todo aquello que veía y sin saber el por qué. No se si es un don o una maldición. Pero hoy, acá, siento que es lo mejor que me ha pasado.-

-No es justo para vos. ¡Estoy muerto, Alicia! Miro tus ojos y veo que están llenos de tanto amor. Y yo, yo no puedo dártelo. No es posible, no es lógico. -

-En mi vida jamás hubo lugar para la lógica, Salvador.-

- Sos tan joven, linda, con tanto futuro. Quizá sea lo mejor que yo desapareciera por completo, de tu vida.-

-¡No! Eso no. Ya a estas alturas, no podría vivir sin que estés a mi lado.-

-Pero Alicia...-

-Pero nada. Talvez no entre en el rasosinio de nadie esto que nos pasó, pero para mi, es lo más hermoso.-

-Alicia,..- tomando las manos de la joven - no quiero alejarme de vos. Todo este tiempo que vague por el lugar, no podía sentir nada. Pero fue cuando tus ojos notaron los míos que me sentí nuevamente vivo. Por esa razón volvía una y otra vez. Por qué solo a tu lado siento eso.-

-Entonces, no te alejes Salvador. Quizá...- intentando tomar una decisión límite- si pasara al mismo plano podri...-

-Jamás te lo permitiría. ¿ Estás loca?- acariciando las mejillas de Alicia y con sus ojos llenos de amor- Jamás, Alicia. Jamás. Tu vida debe ser larga y pacífica. Has todo lo que yo no pude. Enamorate, viaja, viví... que yo siempre voy a estar, cuidando cada paso. Y el día que deba ser, aquí estaré esperándote.-

- Ya viaje, hasta aquí. Y ya me enamore Salvador. Solo que me queda seguir viviendo. Pero..-

-¡Entonces hacelo! Pero que sea real. Yo no puedo darte una familia, ni tocarte como desearía hacerlo. No podremos planear unas vacaciones ni tampoco hacer las cosas más triviales, por que no puedo Alicia. Yo no pertenezco a este mundo-

Mientras ambos lloraban y con cada palabra se alejaban más de una posible solución, los atrapa la noche.

-Ya deberías volver a tu casa. Ya es de noche y yo, no puedo más. Perdón Alicia, perdón por todo. Es que de verdad me enamore de vos, te amo y es por eso que debo alejarme.- y sin más, simplemente se marchó dejándola allí, junto a Otis.

Alicia volvió a su casa con el pecho inundado de dolor y angustia. La pena que sentía fue la responsable de que sus días fueran de tanta agonía.

-¿Y ahora, que vamos a hacer amiguito?- dijo a Otis que la observaba mientras ella se dejaba caer en el sillón de la sala.- ¿Que voy a hacer sin él?.-

El can, como de costumbre se alojo en el ventanal, mirando hacia el bosque. Y así, los días de tristeza en la casa se hicieron eternos.

Salvador se alejo de Alicia, solo seguía como guardián desde el bosque. Pero era tan grande su amor, que no quería que ella se aferrara a una vida a medias junto a él. Y cada noche la observaba y solo suspiraba una palabra ; "Vive".

"La chica de la colina"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora