Habían pasado dos horas del viaje. Desde Lago Escondido a Piñero. Un pueblo muy parecido al de residencia de Alicia. Algo más añejo pero igual de tranquilo y acogedor. Un lugar donde un viejo matrimonio podía encontrar la paz para continuar sus últimos años. La terminal de micros se encuentra frente al edificio Municipal. Lugar donde obviamente podría encontrar información de donde ubicar a la tal señora Pierri. Con solo algunos detalles y muchas preguntas, Alicia, está más que decidida a encontrar la verdad de todo aquello que de una u otra forma, le quitaba tranquilidad.
- ¡ Buen dia! Mi nombre es Alicia. y vengo desde Lago Escondido en busca de una señora del pueblo. Quizá usted pueda ayudarme.-
Muy educadamente se dirigió a la joven secretaria detrás del mostrador de informes;
- ¡Buen dia! ¿Que tal? Como no.. dígame el nombre, si se encuentra en nuestros padrones, tal vez pueda dar con su paradero.-
- Es la señora Pierri. No recuerdo su nombre.-
- Perfecto. Es un pueblo pequeño y ese apellido no es muy común.- mientras la joven buscaba los datos en la computadora, seguía indagando a Alicia- Y... ¿por que buscas a esta señora Pierri?-
- Ella es la antigua dueña de mi casa, en Lago Escondido. ¡Necesito entregarle unos papeles!- Penso rapido Alicia para no ser centro de sospechas infundadas sobre su búsqueda.
- Bueno, señorita Alicia, esto puede demorar unos minutos. Puede tomar asiento y la llamaré cuando encuentre el dato solicitado.-
La mente de Alicia comenzaba a hilar respuestas posibles de todo aquello sucedido desde que llegó al pueblo, y aunque sus pensamientos la llevaban a hipótesis alocadas, prefería esperar a tener a la señora Pierri frente a frente para que sea ella quien despeje todas sus dudas.
-Alicia, aqui tengo su dirección. necesito que me firmes esta solicitud de paradero.-
-Muchísimas gracias señorita. Pero, ¿seria mucha molestia pedirle que me dijera como llegar?-
- ¡Claro que no es molestia! Pero solo puedo decirte que esta dirección queda aproximadamente a unos quince minutos de aca. Deberías tomarte un taxi aquí en la esquina. No se decirte mas que eso.-
-Esta bien. Es usted muy amable. Muchas gracias nuevamente.-
Y así marchó Alicia a la dirección otorgada en el Municipio. Luego de darle la indicación al chofer del taxi, comenzó a sentirse algo nerviosa. Sabía que no tenía ni la más remota idea de lo que iba a encontrarse. Para relajar su mente pensó en Salvador. En si quizá, al no estar ella en su casa, él iría a buscarla. Pensaba en cuán solo se sentiria Otis sin ella. Pero en un abrir y cerrar de ojos, el taxi paro y le indico que habían llegado a la dirección que ella había marcado.
Pagó el viaje y bajó del auto. Se mantuvo parada frente a la casa unos cuantos minutos, aún dubitativa de lo que había ido a averiguar. Pero su presencia en esa vereda llamó la atención de la dueña de casa, que la observaba desde el interior por la ventana, detrás de una cortina blanca con detalles de broderie, la cual no tuvo más remedio que abrir la puerta y preguntar;
-¡Hola! ¿Estas perdida? ¿Puedo ayudarte?-
Al ver la la anciana en la puerta supo que ya no habia vuelta atras. Ya estaba allí y tenía la obligación de responder;
- Si. ¿Es usted la señora Pierri?-
-Sí niña. ¡Soy yo! Pero...¿ Quien me busca?-
Y acercándose a la señora, extendiendo su mano, se presenta amablemente.
- Mi nombre es Alicia. Vengo desde Lago Escondido y creo que Usted es la antigua dueña de mi casa.-
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"La chica de la colina"
Short StoryUna muchacha tranquila, introvertida. Con un secreto que la marca desde niña. sus decisiones la llevan a quedar parada frente a dos realidades, una existente y la otra, quizá solamente dentro de su cabeza! Una vida llena de misterio y dolor. Un amor...