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La lluvia apareció y todas las personas entraron a sus hogares para resguardarse, pero Choi Hyunsuk no, él seguía sentado en una banca del parque mientras las gotas caían sobre él y lo empapaban. Realmente no le importaba si se enfermaba o algo por el estilo, su mente estaba demasiado ocupada en pensar, que ni siquiera le prestaba atención a lo que sucedía a su alrededor.
En su cabeza sólo permanecía el nombre de alguien; Park Jihoon era dueño de sus pensamientos, pero no amorosos, sino tristes.
Jihoon y Hyunsuk empezaron una relación un año y medio atrás. Muchos los veían y decían que la relación de ambos chicos era sinónimo de perfecto. Los dos eran felices en compañía del otro y crearon hermosos recuerdos en ese poco tiempo que llevaban. Sin embargo, de un tiempo para otro, la relación perfecta dejó de serla cuando la falta de cariño empezó a hacerse notar en ambos chicos. Los sentimientos que habían desarrollado por el ajeno comenzaron a esfumarse y ninguno sabía la razón. Era extraño, pero tal vez no estaban destinados.
Claro, podría simplemente dejar la relación si ya no sentían amor mutuo, pero Hyunsuk y Jihoon querían salvar aquella relación que habían deseado tener durante meses.
Se levantó de la banca y comenzó a dirigirse a su casa, pero sus pasos eran perdidos y lucía como si en realidad no tuviera un lugar al que dirigirse.
No lo entendía, ¿adónde habían ido las tontas discusiones que terminaban en risas? ¿adónde habían ido las bromas constantes que ambos hacían? ¿adónde habían ido las charlas nocturnas donde se contaban sus sueños, miedos y metas? Quería saber adónde habían ido o cuándo se habían ido.
Deseaba saber qué había sucedido y así quizá poder solucionarlo, aunque no creía que tuviera arreglo. No quería darse por vencido y dejar que el noviazgo de los dos diera fin, pero parecía la mejor opción antes que seguir consumido en una tristeza donde creía que era su culpa y quizá no había sido suficiente para el otro.
Los recuerdos de cuando se le declaró a Jihoon llegaron; aquel día en la universidad, en el horario de salida, Hyunsuk mantenía un ramo de rosas en su mano y el corazón acelerado. Entonces lo vio salir y fue ahí cuando le confesó todos los sentimientos que mantenía por el ajeno que había ocultado durante algunos meses, y fue correspondido, llenando su corazón de alegría.
Luego su primera cita llegó a su mente; Hyunsuk había decidido ir por lo cliché e invitarlo al cine —además de que no tenía más ideas sobre adónde podían ir—. Una película entretenida, palomitas regadas en el suelo, y un primer beso. Esas eran las palabras para resumir su primera cita.
Y más recuerdos comenzaron a inundar su cabeza, llevándolo a lo bueno entre ambos chicos y provocando una que otra lágrima en los ojos de Hyunsuk. Extrañaba esos momentos, pero no podía volver al pasado por mucho que lo amara, así que le pedía perdón a Jihoon por no poder regresar el tiempo y ver qué hicieron mal.
Tal vez en el destino no estaba escrito «Choi Hyunsuk y Park Jihoon» y por eso su relación no parecía dar más por mucho que quisiera.
Llegó a su hogar y se adentró a éste, sintiendo el calor que le brindaba y se sentó en el sofá, importándole poco que estuviera completamente mojado y el mueble terminaría igual.
¿Qué debería hacer? ¿Qué podía hacer? ¿Qué se suponía que haría? Ya no quería levantarse sintiéndose decaído por saber que estaba en una relación que parecía no funcionar, y muy probable era que Jihoon se sentía de la misma manera.
Ambos sólo pasaban sus días esperando a que el amor se dignara a volver, provocando dolor en ambos. Entonces, si dejaba la espera, ¿el dolor también se iría?
Soltó un suspiro largo antes de tomar la verdadera decisión. Lo haría, le daría un fin a la relación que alguna vez pareció ser sinónimo de perfecto y luego perdió todo el afecto. Lo haría por amor; amor propio porque no quería seguir sufriendo de esa misma manera cada día, y por amor a Jihoon, porque no quería seguir viendo sus ojos apagados al estar en un noviazgo que no era lo que deseaba. Terminaría con Jihoon por amor. Lo haría por amor.
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