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Lo observaba detenidamente. Sus ojos analizaban cada facciones de su rostro y guardaba la información en su mente. Para Kim Junkyu era una rutina admirar la belleza de Park Jeongwoo, un chico dos grados menor que él. Antes no lo hubiera querido aceptar, pero estaba completamente enamorado de aquel chico.
Antes ignoraba aquel revoltijo que sentía en su estómago o los rápidos latidos de su corazón cuando el menor se encontraba cerca, pero supo que era amor lo que sentía cuando ayudó a Jeongwoo una ocasión. El menor no sabía cómo agradecerle por aquel favor, por lo que optó darle un pequeño beso en la mejilla, provocando —de manera inconsciente— que fuegos artificiales explotaran en el interior de Junkyu.
Se sentía extraño. Era la primera vez que sentía algo así por alguien, y de alguna manera era incómodo y agradable al mismo tiempo. Verlo era lindo, pero también extraño. Tenía un presentimiento de que Jeongwoo se daría cuenta de su mirada y lo juzgaría. Y claramente no desearía, ni en mil años, recibir una mirada de ese tipo del menor.
Soltó un suspiro involuntario y su mejor amigo volteó a mirarlo al haber escuchado su jadeo. Fijó sus ojos en la dirección a la que Junkyu estaba viendo y negó con la cabeza.
—¿Cuándo le dirás lo que sientes? —Preguntó. Había visto tantas veces a Junkyu suspirar por ese chico, pero nunca acercarse.— Si sigues haciendo todo esto, te tomarán de acosador.
—No puedo simplemente ir y decirle: Oye, me gustas, ¿qué dices sobre ser mi novio? —Lo miró mal para después pegar su frente a la mesa.— No es tan fácil, Doyoung.
Doyoung negó nuevamente. No le parecía que fuera tan difícil acercarse a alguien y por lo menos entablar una conversación, pero para Junkyu parecía la misión más difícil.
—Si no haces algo, alguien será más rápido. Como él —señaló hacia la mesa donde Jeongwoo se encontraba.
Las palabras de Doyoung provocaron que Junkyu rápidamente dirigiera su vista hacia el chico que aceleraba su corazón y lo vio sonriendo grandemente con un pelinegro alto. La idea de que aquel chico fuera su novio rápidamente llegó a su cabeza, pero se encogió de hombros y volvió a la posición en la que anteriormente estaba.
—Algún día iba a pasar —murmuró.
Doyoung se mostró sorprendido y un poco molesto. —¿¡Qué dices!? ¿¡Así de fácil te das por vencido!? ¿¡Qué si un día sale la noticia de que ellos dos son novios!?
—Pues bien por ellos. Se ven bien juntos —respondió sin emoción.
Doyoung no podía creer las palabras de su mejor amigo, ¿acaso no haría nada por ganar el corazón de Jeongwoo? ¿dejaría que alguien más lo hiciera?
