Harudam : "Orange"

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Haruto caminaba de regreso a casa con un gran sentimiento de tristeza y un aura de arrepentimiento

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Haruto caminaba de regreso a casa con un gran sentimiento de tristeza y un aura de arrepentimiento. Cualquier persona de su vecindario se hubiera acercado con la intención de ayudar al chico y descubrir la razón de su sentir, pero ya estaban demasiado acostumbrados a verlo de esa manera todos los días que no creían necesario acercarse, pues pensaban que Haruto estaba acostumbrado a sentirse de esa manera y estaba bien con ello. Y realmente Haruto en cierta parte estaba agradecido de que nadie le preguntara nada, puesto que no se creía capaz de hablar sin sentirse culpable y tener aquella sensación de arrepentimiento en su ser.

Pero, ¿qué era lo que lo tenía en ese estado?

Haruto tenía una relación con un chico llamado Bang Yedam, el cual era admirado por muchos y el ejemplo a seguir de otros. Para la mayoría, Yedam era el sinónimo o definición de perfección: era demasiado apuesto, de una grandiosa personalidad, siempre atento, con buenos consejos, estudioso, el más alto de su clase, y era bueno en prácticamente todo lo que hiciera. Todos querían ser como Yedam, excepto él mismo.

Yedam tuvo que dejar de lado las cosas que amaba para centrarse en ser alguien perfecto. Cambió las citas con Haruto por tardes en la biblioteca, las salidas con sus amigos por clases particulares de cualquier cosa que pudiera aprender. Y un sinfín de cosas más que cambió por otras.

¿Cuál era la razón de todo ello? Fácil: Yedam quería ser el orgullo de sus padres. Lo anhelaba desde la vez que los escuchó hablar de él, mencionando que era un chico que parecía no valorar nada de lo que ellos habían hecho por él. Decían que Yedam no tenía intenciones de ser nadie en la vida y terminaría siendo una gran decepción. No hace falta mencionar las noches que lloró imaginando las miradas de decepción que sus padres le regalarían si seguía siendo como era.

Oh, pobre chico. Dejó que el estrés y la ansiedad lo consumieran a tal grado de tener que hacer lo que fuera para que sus padres nunca lo miraran como una desgracia y tener un futuro brillante como su padre quería.

Haruto siempre estuvo a su lado, intentando corregirlo y diciéndole que no debía hacerle caso a las palabras de su padres. Haruto entendía perfectamente el miedo a ser una desgracia ante los ojos de tus progenitores, pero también entendía muy bien que no era necesario cambiar solo por ellos. Ojalá Yedam hubiera entendido lo mismo y le hubiera hecho caso a su novio, quizás así nunca hubiera perdido su identidad para ser alguien que no era: alguien “perfecto” lleno de inseguridades, las cuales estaban ocultas bajo sus calificaciones perfectas.

Ser el Bang Yedam que todos amaban y admiraban era realmente agotador y difícil. Demasiadas fueron las veces que Yedam deseó no haber comenzado con todo, pero escuchar a su padre decir que estaba realmente feliz de tener un hijo como él, fue suficiente para hacer que no se rindiera y siguiera con lo que había empezado.

Haruto siguió caminando hacia su hogar, sintiendo su mano fría, deseando que Yedam estuviera ahí para tomarla y calentarla con su propia calidez. Pero no podía. Yedam por querer ser un orgullo, comenzó a tener una agenda apretada por culpa de las clases particulares que comenzó a tomar, quitándole tiempo para estar con Haruto, dejándolos con uno realmente limitado. Pero estaba bien, era mejor para los dos según Haruto. Era mejor eso que darle un fin a la relación que tenían, era mejor eso que reclamarle y darle más presión a Yedam.

わびさび 𓏳 𝗦𝗬𝗠𝗠𝗘𝗧𝗥𝗬₊ treasureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora