Capítulo 14

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El guía oprime uno de los muchos botones que se encuentran junto a las puertas,mismas que se cierran y comenzamos a elevarnos.Después de subir un poco la oscuridad del ascensor se vuelve luz que se filtra por las paredes.

El señor Grey me sujeta firmemente por la cintura de nuevo,un poco de nerviosismo me invade,sobre todo con la extraña situación que acabamos de tener.

Si sigo pensando es eso no podré disfrutar del lugar.Decido dejar mis dudas sobre el señor Grey de lado aunque sea por un poco para así concentrarme en este maravilloso paisaje.

Las puertas y paredes del elevador están hechas de cristal,sin embargo el piso y las conexiones de las paredes están reforzadas con metal,cosa que me permiten ver los alrededores de todo Seattle,grandes edificios rodeandonos al igual que otras maravillosas construcciones que ofrece la ciudad y el hermoso mar,de un color tan azul,tan vivo.El joven guía va narrando la historia y orígenes de la torre para después mencionar pequeños datos de lo que se ve a nuestros alrededores,las construcciones.

Es precioso,la vista es magnífica.

No mentiré,mi temor a las alturas esta volviendo.Aquí no tengo mucho problema ya que el sentir algo bajo mis pies,las paredes cubriéndome y lo más importante la presencia del señor Grey me calma un poco.No mucho,pero si lo suficiente.

Algunas de las personas se acercan más a los cristales para no perderse del espectáculo visual,algunos toman fotos y otros escuchan atentamente las palabras de Michael.

Los alrededores desaparecen para dejar oscuridad y el ascensor para de moverse lo que indica que hemos llegado.No tardamos mucho en llegar a la parte alta de la construcción,fueron tal vez unos cuarenta y tres segundos.

Las puertas se abren y el primero en salir es Michael.

-Bien damas y caballeros,aquí estamos,siéntanse libres de disfrutar la belleza del lugar-habla mientras retrocede de espaldas sin dejar de vernos-.Por favor avancen ordenadamente,espero disfruten y gracias por su visita-se despide mientras se aparta con una sorpresa amable para que podamos pasar.

La gente va saliendo del ascensor para dispersarse en el piso en el que estamos y gracias a ello avanzamos. El hombre a mi lado camina hacia a fuera y me lleva consigo.

Luz cálida es lo primero que me llega a la cara.No se muy bien en que número de piso hemos parado,pero no preferiría haber ido a otro.

¡Estamos en el mirador!.

Lo primero que se ve es una barrera de metal que rodea los alrededores del pasillo,que al igual que el resto de las salas son redondos,va del piso y se corta a cierta altura para dar paso a pedazos recortados de cristal como una especie de protección y son rodeados por más metal.Frente a esto se alzan barandales creados con metal colocados de manera vertical y entremedio de cada par unas rendijas,también de metal,colocadas horizontalmente con espacio suficiente para permitir las vista.No hay techo alguno,los ya mencionados barandales terminan en punta y doblados.Al voltear hacia atrás me doy cuenta que el elevador,o más bien las paredes a su alrededor están pintadas de un amarillo mostaza tenue.

Ya volviendo la atención a lo que nos rodea.Hay mucha gente observando los alrededores y es que es bellísimo.

Nos acercamos para colocarnos en un lugar no tan ocupado,para nuestra suerte no hay gente obstruyéndolos la vista.

Impresionante.La vista del ascensor y el mirador es la misma,la diferencia es que aquí se ve con mayor claridad.Los edificios se alzan ante nosotros,la luz del sol reflejandose a sus alrededores logrando así que resalten aún más.En ciertas partes de la ciudad predominan los verdes campos,el cielo azul tenue con las esponjosas nubes blancas,ésto le da más brilló a la joya que es en sí Seattle y junto con el bello mar azul profundo con algunos barcos surcando las tranquilas aguas.El techo también se encuentre abierto por lo cual el aire cálido se cuela por todas partes.

Mi media sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora