Acababa de follar con Yeonjun sin condón.
¿Qué carajos estaba pensando? No estaba pensando, ese era el problema. No había estado pensando en absoluto cuando se trataba de él. Una y otra vez, había dejado que su polla tomara las decisiones, y aunque eso generalmente no era un problema para Beomgyu, parecía meterse en un montón de problemas en lo que concernía al pelinegro.
—Gyu, espera —llamó Yeonjun desde su puerta, deteniendo su avance por el pasillo—. Trae tu culo de vuelta aquí.
Una parte de él quería pararle el dedo medio y seguir caminando. Choi había sido quien le atrajo hacia ahí para una follada rápida, ahora iba a tratar de hablar de sus sentimientos o de alguna mierda otra vez. El menor no sabía qué era lo que le hizo girar y volver a su casa, aparte del hecho de que obviamente había perdido su mente en lo que se refería a Rebel.
Entró de vuelta en su vestíbulo y cerró la puerta detrás de él. La tensión irradiaba entre ellos, vibrando y palpitando en el aire.
—¿Quieres fumar un poco de hierba? —preguntó el azabache, buscando cualquier cosa para aliviar esa incomodidad sin precedentes entre los dos.
—Claro —Yeonjun le señaló la sala de estar y se dirigió a la cocina, para conseguir bebidas o refrigerios.
El castaño enrolló un porro y dio una fumada mientras lo esperaba. Y mientras lo hacía, comenzó a pensar en lo jodidas que estaban las cosas entre ambos. En un abrir y cerrar de ojos, esta cosa que tenían había pasado del mejor sexo y la mayor diversión que había experimentado, a un incómodo puto desastre...
—Jodiste todo —acusó a Yeonjun cuando regresó con dos sodas.
El mayor le levantó una ceja en cuestión y extendió una mano para que le pasara el porro.
—¿Cómo piensas que yo jodí todo? —preguntó después de dar una fumada y devolvérselo.
—Porque todo era perfecto hasta que decidiste dejar el porno y declarar tus sentimientos por mí o lo que sea.
—No declaré nada —respondió—. Te dije que estaba dejando el porno, eso fue todo. Eres el que enloqueció y sacó todo fuera de proporción.
—¿Estás diciendo que no tienes sentimientos por mí, más que sólo como amigos con derechos?
Yeonjun abrió su boca y luego la cerró de nuevo, sus ojos se llenaron silenciosamente de súplica—. No, no estoy diciendo eso —murmuró después de varios segundos tensos.
—Esto es una completa mierda. No puedes cambiar las reglas a mitad del juego —se quejó el castaño, su pecho casi demasiado apretado para respirar—. Ahora has ido y arruinado lo mejor... —Se calló y negó con la cabeza ante sus manos temblorosas y su voz tensa.
—Nada tiene que ser arruinado. ¿No puedes dar a esto una oportunidad entre nosotros? Sé que tienes miedo...
—No sabes una mierda. ¿Qué? ¿Sólo porque te dije que estaba en un hogar adoptivo, ahora crees que sabes toda la historia de mi vida?
—Dime entonces. Quiero saber la historia de tu vida —La voz del pelinegro era suplicante, casi desesperada, y a Beomgyu sólo le daban ganas de gritarle.
Quería golpear algo, aunque aprendió la lección demasiadas veces de que la violencia no era la manera correcta de hacer las cosas mejor. Apretó los puños, deseando que el temblor se detuviera.
—No quiero decírtelo. ¿No lo entiendes? —arremetió.
Alejarse ahora para salvarlos a ambos de un corazón roto más tarde, eso era lo mejor que podían hacer. Era mejor para los dos. Incluso si parecía que su corazón estaba sangrando en su pecho.
—No te creo —desafió Yeonjun, mirándole fijamente—. Puedes hacer una rabieta todo lo que quieras, pero cuando hayas terminado, voy a estar esperando aquí para que te des cuenta de que lo que tenemos es mucho más que sólo una buena follada.
—No puedo lidiar con esto —Se paró bruscamente. Las paredes parecían cerrarse más y más. Necesitaba salir de ahí.
—Escucha, me voy a Nueva York en dos días con todos los chicos. Estamos nominados para un premio, y es un gran asunto. ¿Por qué no te tomas un día para calmarte y luego vienes conmigo? Podemos explorar New York y divertirnos como lo hicimos en Las Vegas.
—No creo que sea una buena idea.
Yeonjun lucía como si Beomgyu pateara a su cachorro, y eso hizo sentir al menor como mierda de perro.
—Si cambias de opinión, la oferta sigue en pie.
—Sí, lo pensaré. Será mejor que vaya a casa.
—Sí —asintió y le siguió a la puerta de entrada para verle salir—. Por cierto, todos los chicos del estudio y yo tomamos PrEP, así que no te preocupes por lo del condón.
—Gracias al carajo por eso al menos —dijo con un suspiro de alivio. Beomgyu dio un paso hacia adelante para darle un beso de despedida, pero se detuvo en el último segundo, retrocedió y se inclinó por un incómodo asentimiento antes de retirarse por la puerta.
...
De vuelta en casa, el castaño se arrastró en la cama y puso las mantas sobre su cabeza. Se había prometido a sí mismo que no se dejaría apegar a nadie nunca más después de que Chae falleció. Y aquí estaba, medio enamorado de un hombre precioso, aventurero y perfecto que, con el tiempo, le rompería el corazón.
¿A quién estaba engañando? Su estúpido corazón estaba más que medio enamorado de Yeonjun.
Tal vez si se escondía ahí bajo sus cobijas, nunca tendría que enfrentar eso, y no tendría que admitir ante el pelinegro ni ante sí mismo que no quedaba nada de su corazón que proteger, ya que estaba totalmente en las manos de Yeonjun.
La única solución era cortar. No iba a ir a New York. No le engañarían con otra llamada sexual. Se pondría fríamente distante. Y eventualmente, le superaría, y Choi le superaría a él, y ambos estarían mejor lejos.
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연규: STAY BY ME. ❝cyj ~ cbg❞
RomanceNo es un secreto que cuando eres una estrella porno, las relaciones son malditamente difíciles. Choi Yeonjun lo sabe, trabaja para Ballsy Boys Studios y es uno de los chicos más populares en el mundo del porno. A él le gusta lo que hace y no se aver...