Kihyun se había referido a las amigas de su prima como Barbies, y pronto descubrieron que era una descripción adecuada. Las mujeres no hacían mucho por Yeonjun de todos modos, pero diablos, esa explosión flagrante de todas las cosas falsas era algo completamente distinto. Era como la versión de Jersey Shore de Los Ángeles, y no era bonito ni entretenido.
Ni siquiera se molestó en tratar de recordar ninguno de sus nombres, porque las Candys, Tiffanys y Heathers se mezclaban todas juntas después de cinco de ellas. Beomgyu era tan divertido como él, y los dos vigilaban de cerca al pelinaranja para asegurarse de que nadie lo molestara.
El instructor les dio un breve y dulce discurso inspirador sobre cómo cualquiera podía pintar. Sin embargo, no mencionó el grado de calidad, así que Choi no estaba convencido de que él no fuera a apestar mucho en eso.
La pintura que les enseñó era una escena de playa áspera con olas rolando y un perro jugando en la arena. Yeonjun sinceramente esperaba algo un poco más cultural, pero lo aceptaba. Sería feliz si alguien podía reconocer que era una playa cuando su obra estuviese terminada. Puntos extra por el perro.
Debía decir que añadir alcohol a un evento como ese era una gran idea. Absolutamente fantástica, de hecho. Había una razón por la que lo llamaban coraje líquido, y después de tres copas de vino, creía que su pintura era fabulosa.
—¿No es la playa más bonita del mundo?
Beomgyu sonrió mientras estudiaba el dibujo del pelinegro con ojos sospechosamente claros.
—Seguro que lo es. La mejor playa que he visto en mi vida.
El azabache asintió con satisfacción. Sabía que había una razón por la que le gustaba lo suficiente el castaño como para llevarlo a casa a conocer a sus padres. De repente frunció el ceño. Bueno, no de esa manera. No exactamente. Además, no podía decirle eso a Beomgyu porque se asustaría y se distanciaría de él. Tenía que mantenerlo ligero.
Yeonjun extendió la mano y agarró el cuello de su camisa, luego tiró de él para darle un beso mojado. Dios, sus labios sabían tan bien. Siempre lo hacían.
—No aguantas mucho —Choi sonrió después de que rompió el beso—.
Tres vasos de vino y estás como tres hojas en el viento.
El pelinegro asintió—. Un vaso por cada hoja —dijo solemnemente.
La sonrisa de Beomgyu se ensanchó y le besó de nuevo.
—Empiezo a sentirme excluido —dijo Kihyun. Ambos deshicieron el contacto de sus labios, y el chico les miró con un adorable puchero.
—No podemos tener eso —concordó Choi. Luego lo agarró de la mano y lo jaló hacia él. Era tan pequeño que cayó en su regazo fácilmente, y luego la boca del azabache estaba sobre él.
—Mmm —murmuró el pelinaranja con una mirada de ensueño cuando finalizaron el beso—. Besas tan bien.
—¿Mejor que yo? —preguntó Beomgyu, antes de levantar a Kihyun del regazo de Yeonjun y ponerlo de pie, procediendo a devorar su boca.
No fue hasta que el pelinegro los vio que empezó a preguntarse si había sido raro que besara a Kihyun. ¿Debería haberlo consultado con Beomgyu? Nunca dijeron que eran exclusivos, y estaba bastante seguro de que incluso mencionar esa palabra llevaría al chico a un estado de pánico, pero, ¿debería haberlo preguntado de todos modos? El castaño estaba besando al pelinaranja como si se estuviera muriendo de hambre, ¿pero era porque estaba celoso o enojado con él?
Oh, maldición, Yeonjun había bebido demasiado vino para pensar.
—¿Necesitan una habitación? —dijo una de las Barbies. Beomgyu y Kihyun rompieron el beso y comenzaron a reír. El castaño envió al chico de vuelta a su caballete con una nalgada en el trasero.
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연규: STAY BY ME. ❝cyj ~ cbg❞
Roman d'amourNo es un secreto que cuando eres una estrella porno, las relaciones son malditamente difíciles. Choi Yeonjun lo sabe, trabaja para Ballsy Boys Studios y es uno de los chicos más populares en el mundo del porno. A él le gusta lo que hace y no se aver...