Las viejas ruedas de la carreta, rechinaban en el empedrado camino. El peso de las treinta mujeres arriba de ella, parecía aflojar cada vez más las ya viejas , pero aún útiles, ruedas; pero hacía más doloroso el viaje cada que esta pasaba por un bache.
La lluvia de la noche anterior parecía haber estropeado aún más el camino, y este parecía ser el sendero de la tortura, para cualquiera que no ha pasado más que maltratos y abuso la última semana.
La carreta cruje por un bache más grande, y la joven de 16 años se ve contraminada contra las rejas de madera, cuando sus compañeras pierden el equilibrio.
- ¡Si tan solo no nos cargaran como ganado! - exclama indignada, pero nadie parece escuchar su comentario. Ha sido así el último año, desde que un barco pirata atacó su pequeña aldea en la costa dejando a una decena de hombres muertos y llevándose a las mujeres para sus propios placeres.
- Serán compradas por el gran imperio del Arce - había dicho aquel hombre sin un ojo y con tres dedos en su mano derecha - la suerte está de su lado -
No se escuchaba tan mal, según lo que decía una de las mujeres mayores. Esta tenía 19 años, un año mayor que Azahara. Su cabello era rubio y sus ojos de un azul zafiro, era muy hermosa y hasta donde se sabía muy educada y refinada. Había sido criada por una de las familias más influyentes de la pequeña ciudad.
- Se dice que viven de fiesta, todas las mujeres usan joyas y vestidos hermosos. - había contado la noche anterior tratando de calmar a las más jóvenes. Al observarla veías a una hermosa mujer que nunca se había revolcado en el lodo, sonriente y muy tranquila. Si tan solo la hubiesen visto llorar después de decir que todo estaría bien.
- Estamos por llegar - le dice al darse cuenta que la pelinegra la observaba - solo un poco más - agrega mientras abrazaba a una de las chicas que aún lloraba.
La pelinegra le devolvió una mirada seria, sintiendo como el pánico de llegar a un lugar desconocido donde la mujer era considerada un objeto la comenzaba a marear. Conocía muy bien ese tipo de lugares, los había visto muchas veces antes, cuando su madre no la había obligado a abandonar su cómodo hogar.
Un bache más las hizo saltar en su lugar sacándola de los viejos recuerdos. Hace rato que había decidido viajar de pie debido al dolor en su espalda baja, por los constantes y bruscos movimientos - La paja del establo de mi padre era mejor que esto. - pensó la chica melancólica. Aunque no era un buen hombre, ni amoroso, nunca la había hecho dormir en el suelo o pasar hambre y sed ¿Habrá sobrevivido? ¿Sabra donde estoy? Se preguntaba , recordando la última vez que lo vio, él se dirigía al puerto.
A lo lejos el gran palacio se dejó ver, el conductor y el guardia del harén sonríen triunfantes y alegres de traer nuevas inquilinas y mujeres para su señor, mientras que algunas lloraban amargamente y en silencio por miedo a ser azotadas. Los saqueadores no son amables - son solo mujeres - es su excusa - si no sirven para limpiar, sirven para entretener - Gritaban mientras solían hacerlas bailar frente a la tripulación en pequeños trajes brillantes. Al ser un grupo de todas las edades, fueron las mayores las que se sacrificaron para realizar tales actos y muchos más menos decentes. Habían sido doce largos meses en su poder, antes de que un mercante les dijese que estaban comprando muchachas cerca del muelle sur del reino del Arce, fue entonces que fueron vendidas por varias piezas de oro cada una, pero no lo suficiente para que los piratas se fueran contentos.
El camino lleno de baches llegó a su fin luego de un rato, para dar paso a uno más firme, más refinado, decorado con rocas y musgo. La chica levantó la vista y la llevó al frente, el enorme jardín les dio la bienvenida con su aroma a gardenias, rosas y otras sin fin especies de hermosas flores, varias mariposas aleteaban por encima de ellas y el canto de los pájaros llenaba el ambiente.
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Azahara.
RomanceCampanilla. Han pasado unos meses de que Azahara llego al Harem del emperador, del imperio del Crisol. Y aunque abandonó la idea de matarse y decidió seguir adelante, los fantasmas de su pasado no la dejan. Ahora está concentrada en convertirse en...