El hombre de la foto

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- ¿Preparada?

- Sí. - Eve me responde con una sonrisa antes de empujar la puerta y entrar en el instituto. Unas cuantas cabezas se giran hacia nosotras mientras empezamos a subir las escaleras. - Esto me pone incómoda.

-Sí... a mi también. Oh, voy a dejaros solos. - Me alejo tras estas palabras y observo a Rory acercándose a Eve mientras la saluda con una sonrisa radiante. La chica se pone el pelo detrás de la oreja y le sonríe tímidamente.

Me siento en medio  de un pasillo y abro mi mochila para sacar la botella de agua. Estoy a punto de tomar un trago cuando oigo mi nombre. Veo como una Aileen furiosa se acerca a mí con pasos pesados. Me recuerda a los osos de los documentales que ve mi padre. Y el oso ha encontrado lo que cree que es una presa, pero ni se imagina el peligro. Pienso en mi cabeza con la voz de los presentadores de esos tipos de programas. Me sorprende que sus fieles amigas no estén detrás suyo. Se para cuando llega hasta mí, así que me levantó.

- ¿Qué quieres?

- Quiero que dejes en paz a mi novio. ¿Crees, verdaderamente, qué está interesado en tí? Dijo que iba al hospital SOLO porque le salvaste la vida. Es porque le dabas pena, bueno tu simplemente das pena. En especial ahora que has empezado a ser amiga de la niña prodigio y el homo. Aléjate de mi chico, zorra. O tendrás problemas más graves que esa herida en el estómago.

- ¿Tu chico? Creo que dejó de ser eso cuando se enteró de que tenías unos cuantos chicos. 

- Si te refieres a ese bruto descerebrado, Rory, yo no tengo la culpa de que esté enamorado de mí. Como Eric. - Su sonrisa de repente se tuerce. - Acaso crees que no me dijo que fue a verte, que hablasteis y que al final esa misma noche se dió cuenta de que había cometido un error al no escuchar mi parte de la historia. Estamos juntos, lo quieras o no, Eleanor. Y tu no podrás cambiar eso. Pero por si lo intentas... - La chica se acerca a mí, me espero insultos o amenazas, pero en vez de eso ella cierra el puño y lo clava en mi estómago con toda su fuerza.

Normalmente si hubiera hecho eso ya la estaría matando, pero ahora estoy en una desventaja física muy peligrosa. La herida empieza a dolerme muchísimo, como si la bala siguiera en mi cuerpo y se estuviera introduciendo más adentro. Mis rodillas se doblan y me caigo al suelo mientras Aileen me mira desde la altura con superioridad. Me sonríe y se da la vuelta para marcharse.

- Te veo en clase. - Dice entre caracajadas mientras se aleja.

Mi vista se vuelve borrosa de las lágrimas involuntarias que llenan mis ojos. Consigo distinguir una figura corriendo hacia mí con todas sus fuerzas. Solo un par de instantes después se agacha a mi lado. 

- Estás sangrando... Si sigues así no sobrevivirás. - Siento como los labios de una persona se acercan a mi oreja y me susurran. - Y yo te necesito viva, Eleanor. 

- ¿Quién eres? - Parpadeo rápidamente, haciendo presión en la herida para que deje de sangrar. Ahora, en la luz, distingo todos los rasgos de su cara alargada. Su nariz recta, los labios finos y sus grandes ojos azules que transmiten confianza. Es el hombre de la foto que me dió George, es el mismo que entró en mi habitación del hospital unas semanas atrás, el enfermero.  Estoy segura, el parecido con el hombre de la foto es innegable, lo único que ha cambiado es la expresión. En la foto podía observar a un hombre feliz y lleno de vida mientrás que ahora ante mí se mostraba una persona cansada, con ojeras y barba de unos cuantos días.

- Soy la única persona que puede darte respuestas. Pero no aquí y ahora. - El hombre me sonríe y mira hacía mi estómago. - Estarás bien, debes ir a clase. - Se levanta y desaparece con la misma rapidez con la que apaerció. 

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2015 ⏰

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